Las palabras de Salvador Allende, lanzadas al mundo en 1973,antes de
morir, mientras el fascismo chileno bombardeaba la sede gubernamental:
"y se abrirán algún día las alamedas..."han resultado premonitorias.
Chile ha despertado, y de qué manera, escueleando al mundo, a los que no
creen en la fuerza y creatividad de los pueblos, a los que se aferran a
los dogmas de todo tipo, a los que piensan que nada cambia...
El
levantamiento de millones de chilenos, que ha colocado contra la pared a
Piñera y a su grupete de pinochetistas encubiertos, ha terminado de
desarmar el tinglado neoliberal impuesto a sangre y fuego desde 1973.
Los momios del Sur y su gobierno se equivocan si cambiando en algo el
vigente sistema injusto y opresivo, las masas van a tirar la toalla. El
pueblo está pidiendo la cabeza de Piñera, y está dispuesto a cambiar
drásticamente el orden establecido.
Ha quedado también al
descubierto la tramoya de la derecha continental: arrimarle el bulto de
la responsabilidad a una supuesta conspiración "castrochavista" contra
la democracia. Falso. Los analistas imparciales aseguran hoy que ningún
partido puede arrogarse la organización de ese levantamiento popular. La
derecha ignora que el hambre, las necesidades sin resolver, las
desigualdades, los abusos, la angustia de no tener el mañana asegurado
pueden ser los mejores agitadores de la efervescencia de las masas. Y
esto es lo que ha pasado en Chile, y esto es lo que está pasando en la
mayoría de países donde el neoliberalismo ya se agotó, y el capitalismo
muestra lo que siempre ha mostrado: su incapacidad estructural para
asegurarles a las mayorías un presente decente y un porvenir decoroso.
La derecha continental, y la peruana en especial, están asustadas.
Saben que el chilenazo, como el levantamiento ecuatoriano, traerá
potentes efectos multiplicadores en los países latinoamericanos, donde
por una u otra razón tarda el despertar contra la injusticia y la
opresión. Es hora por ello de que las vanguardias políticas, culturales,
artísticas, educativas...trabajen a doscientos por hora para ponerse a
tono con los imperativos del momento. Que se abran, como dijo
Allende,todas las alamedas para que por ella transiten los hombres y
mujeres del mundo que se han lanzado a conquistar sus sueños
libertarios.
Puente Piedra, 26 de octubre de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario