Cuando se examinan los efectos multitudinarios de solidaridad y
protesta contra el racismo que se han suscitado en Estados Unidos y en
diferentes puntos del orbe, inmediatamente después del homicidio de
George Floyd en Minneapolis, es inevitable, para explorar la situación,
apelar a un viejo proverbio chino: "Una sola chispa puede incendiar la
pradera", que Mao Tse Tung utilizó por primera vez en 1930 en su larga
lucha por el poder.
El derrotismo se estaba posicionando
en las filas de los combatientes. Sucesivos reveses militares habían
sembrado el desconcierto y el pesimismo en las filas revolucionarias. Se
absolutizaba el momento, se perdía de vista las circunstancias
objetivas, reales, del movimiento de las fuerzas en contraste, y sus
tendencias de desarrollo.
"Toda China está llena de leña seca, que arderá pronto en una gran
llamarada" sostenía; agregando: "Basta echar una mirada a las huelgas
obreras, las insurrecciones campesinas, los motines de soldados y las
huelgas estudiantiles que están desarrollándose en muchos lugares, para
darse cuenta de que esa "sola chispa", sin duda alguna, no tardará en
"incendiar la pradera". Esta gran llamarada, afirmaba el líder chino,
iba a cambiar la correlación de las fuerzas a favor de la revolución.
Es indudable que Estados Unidos no es la China de los años 30, como tampoco lo es Francia, España, Australia, Inglaterra, Canadá...Pero es insoslayable que en esos páises como en otros países capitalistas hay mucha leña seca. En Los Estados Unidos, el racismo y la brutalidad policiaca contra los afroamericanos, están en la base de las explosiones de solidaridad con George Floyd; pero nadie negará que los más de 100 mil muertos que está dejando el Covid19 en USA, y los miles de miles de enfermos afroamaericanos, latinos, pobres de todos los colores, que no han podido acceder a un tratamiento médico digno, han pesado en el ánimo de quienes han ganado las calles de las principales ciudades norteamericanas.
La pandemia ha dejado al descubierto las lacras del capitalismo a todos nivel. Los violentos desencuentros con la naturaleza, la desocupación, la pobreza, el hambre, la miseria, la exclusiones raciales, culturales y lingüisticas, las desigualdades, la agresión contra los pueblos originarios y sus líderes, la corrupción a todo nivel, la brutal injusticia contra los desposeídos...todo , todo ello, constituye justamente la leña seca, que ante cualquier chispazo- el homicidio de Geortge Floyd es un buen ejemplo- puede desencadenar movimientos como los que estamos observando.
Téngase en cuenta además las oscuras perspectivas del capitalismo en la pospandemia, que los propios organismos internacionales no se cansan de señalar.
Es indudable que Estados Unidos no es la China de los años 30, como tampoco lo es Francia, España, Australia, Inglaterra, Canadá...Pero es insoslayable que en esos páises como en otros países capitalistas hay mucha leña seca. En Los Estados Unidos, el racismo y la brutalidad policiaca contra los afroamericanos, están en la base de las explosiones de solidaridad con George Floyd; pero nadie negará que los más de 100 mil muertos que está dejando el Covid19 en USA, y los miles de miles de enfermos afroamaericanos, latinos, pobres de todos los colores, que no han podido acceder a un tratamiento médico digno, han pesado en el ánimo de quienes han ganado las calles de las principales ciudades norteamericanas.
La pandemia ha dejado al descubierto las lacras del capitalismo a todos nivel. Los violentos desencuentros con la naturaleza, la desocupación, la pobreza, el hambre, la miseria, la exclusiones raciales, culturales y lingüisticas, las desigualdades, la agresión contra los pueblos originarios y sus líderes, la corrupción a todo nivel, la brutal injusticia contra los desposeídos...todo , todo ello, constituye justamente la leña seca, que ante cualquier chispazo- el homicidio de Geortge Floyd es un buen ejemplo- puede desencadenar movimientos como los que estamos observando.
Téngase en cuenta además las oscuras perspectivas del capitalismo en la pospandemia, que los propios organismos internacionales no se cansan de señalar.
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