miércoles, 19 de marzo de 2014

LOS QUE HACEN LA HISTORIA

Una verdad que no admite dudas es que son las multitudes es decir el pueblo en movimiento, las que hacen la historia. En la lucha antidictatorial de los 90 o en las confrontaciones posteriores contra los abusos y atropellos de los gobiernos de turno, han sido las masas populares de costa, sierra y selva, las que han jugado un papel protagónico, de primera línea. Recuérde nada más como se frenó la política de la repartija en el congreso actual.

En la reciente crisis política de la que el ejecutivo ha salido malparado a manos de un congreso mediocre, esas masas populares han estado ausentes; habiendo sido las figuras y figurones de la política criolla, del parlamentarismo burgués, las que han llevado la voz cantante. Los resultados lo explican todo, más ha sido el ruido que las nueces. Desde una perspectiva verdaderamente popular el desenlace ha sido magro: puro verso.

¿Cómo explicar la ausencia de las multitudes? Desde un raciocinio autocrítico la respuesta la tienen los propios destacamentos que se reclaman del movimiento popular; pasa por reconocer la debilidad de sus relaciones con las organizaciones de base, económicas, sociales, políticas, culturales, barriales, etcétera. Ese fragilidad del contacto evidencia además el descuadre político de esas masas, su falta de interiorización con un quehacer, el político, que es justamente donde los millones de hombres y mujeres deberían de moverse como peces en el agua. Con un ejercicio abierto, democrático, autónomo, de esas masas, otro hubiera sido el cantar.

La situación política, sin embargo, no está para tafetanes. El gabinete de la Confiep - vieron como el gremio empresarial salió, sin rubor de ningún tipo, a defender el gabinete- y la troika que dirige palacio de gobierno, tienen un solo norte: sacar adelante, a como de lugar, los proyectos extractivistas presentados por el gran capital nativo y las transnacionales y relegar a un segundo o tercer plano las reivindicaciones de los pueblos y sectores sociales.

No hay que ser adivinos para advertir que en ese contexto las confrontaciones sociales marcarán la pauta del acontecer político. Por ende, el pueblo requerirá de las luces políticas y de los niveles de organización que solamente los destacamentos de vanguardia pueden otorgárselo, con plena independencia de los poderes fácticos, económicos, políticos e ideológicos; que supone además la quiebra de cualquier ilusión que todavía pueda generar la pareja presidencial que hace mucho tiempo dejó las veredas por donde transita el pueblo para marchar por las alfombras rojas tendidas por la burguesía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario