No, el huayno Flor de Retama no es ni fue un himno senderista. Fue el canto de
denuncia, de indignación, pero al mismo tiempo de solidaridad, del
profesor Ricardo Dolorier con su pueblo, el huantino, que el 22 de Junio
de 1969 - hace 50 años- regó con su sangre las retamas que adornaban
los parques de esa ciudad ayacuchana.
Fue una matanza, oficialmente
murieron 20 huantinos, extraoficialmente fueron muchos más. Como lo dice
el canto, los sinchis fueron los autores de la barbarie. ¿Cuál
fue el delito de los huantinos? Exigir que la educación sea gratuita,
los militares de esos años la habían eliminado y la reacción popular no
se hizo esperar. En diferentes ciudades los pobres se alzaron a la
lucha, aunque en Huanta, azotado por la feudalidad y los abusos de los
gamonales, la protesta fue mayor, se plasmó en un verdadero
levantamiento popular.
Para impedir que el país se convirtiera en un
polvorín, los militares, dos días después de los luctuosos sucesos,
dejaron sin efecto el decreto supremo que eliminaba la gratuidad, y
paralelamente sancionaba la Reforma Agraria. Flor de Retama es el grito
de esa rebeldía, que Dolorier entregó al mundo.
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