miércoles, 24 de octubre de 2018

YA FUE...


Con su mensaje de ayer, que sonó a despedida, "la señora K" ha pretendido todavía jugarse una cartita, supuestamente de unidad, de reconciliación.

Vano esfuerzo, nadie le ha creido. Está deslegitimada, al igual que su agrupación mafiosa. Sus desvaríos de poder, al igual como ocurrió con su padre, la están llevando, como por un tubo, a la cárcel, a ella y a su cogollo de incondicionales.

Está perdida. Ella y sus esbirros del congreso saben perfectamente que ya fueron. Desde del seno de su misma organización corrupta, más de un colaborador de la fiscalía los ha echado, con lujo de detalles. Sus rostros de funeral lo dicen todo.

Y políticamente están hechos leña, dentro y fuera del congreso, al que convirtieron en su centro oficial de poder. La crisis ha llamado al desbande. El propio Salaverry sabe que más temprano que tarde tendrá que dejar el trono, y las comisiones tendrán que reestructurarse.

La tarea de fondo, sin embargo, para las fuerzas democráticas y progresistas estará en las calles, en los centros de masas, en el corazón de los pueblos, para meterle letra al deslinde ideológico que nos permita ganar la conciencia  política de las multitudes. Que no se cometa el mismo error del pasado: cuando se vio a Montesinos, a Fujimori y a sus compinches en prisión, todos bajaron los brazos. Dijeron algo así como tarea cumplida. La vida ha demostrado que la mala yerba ideológica siempre se reproduce y con mayor fuerza en situaciones de crisis como las que vive el país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario