martes, 11 de septiembre de 2018

¡CORRAMOS A LOS MAFIOSOS!


No creo forzar la figura. 

Los evangélicos que en la madrugada de ayer tomaron por asalto el estadio de Alianza Lima se creyeron seguros en su posicionamiento. Pintaron de blanco los escudos del club y los rostros de los jugadores históricos del equipo, arrojaron a la basura imágenes como las del Cristo Morado, soldaron puertas de acceso, etcétera. No contaron con la reacción de la hinchada aliancista. La noticia se había filtrado hasta el último rincón de las moradas victorianas, provocando de inmediato el alistamiento de un verdadero comando blanquiazul, que en dos patadas arrojó a los invasores y restableció el orden. El pueblo aliancista no se dejó pisar el poncho, logrando en su reacción hasta lo que parecía un imposible: la adhesión de la Trinchera Norte del club Universitario de Deportes, su clásico rival. El apoyo del pueblo crema fue explícito: estamos juntos en la lucha contra la corrupción, sostuvieron.

Ese ejemplo podemos trasladarlo al campo de la política. La corrupción ha tomado por asalto el Estado. Desde el congreso, el Ministerio Público o el Poder Judicial, las camorras criollas hacen lo que le viene en gana para proteger a los capos y a sus operadores. La forma como están tratando las propuestas de reformas del ejecutivo: haciéndola larga, cuestionándolas, subestimándolas, o ignorándolas, mientras procesan su objetivo de demoler la figura del presidente Vizcarra para defenestrarlo, es un ejemplo de su nefasto comportamiento. Lo que es peor, se sienten seguros - como los evangélicos que tomaron el estadio aliancista- y proclaman verdades truchas. Lo único que les falta - así como los evangélicos santifican a su apostol Santana- es elevar a los altares a la señora K, su santa patrona.

Si el pueblo aliancista no reaccionaba como lo hizo ayer, el estadio de Matute seguiría en poder de Santana y sus huestes. En ese sentido, si el pueblo peruano no toma la batuta sostenidamente en la actual confrontación, las mafias seguirán haciendo de las suyas en las posiciones que hoy ocupan. Ese Congreso debe ser clausurado para convocarse inmediatamente a elecciones, y todos los mafiosos, o marchan a la cárcel o a sus casas. El referéndum debe ser convocado ¡ya! El pueblo en movimiento debe obligar al presidente Vizcarra a meterle candado al establo.¡Basta de vacilaciones o temblequeos! Existen sobre la arena política diferentes vertientes sociales que en la presente coyuntura están unidos en la lucha contra la corrupción; hay que vertebrar en los hechos esa coalición, a nivel nacional y regional. El Comando Sur aliancista y la Trinchera Norte crema, han dado ayer un buen ejemplo de unidad.

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