domingo, 17 de junio de 2018

¡LEVÁNTATE PERÚ!


El Perú tuvo que esperar 36 años para volver a un mundial de fútbol. La desazón por el penal perdido por Cueva no puede cercenar esa alegría. El fútbol es el deporte de los pobres: en cualquier terral son suficientes cuatro piedras o ladrillos y ya tenemos los arcos. Y tiempos hubieron en que la pelota era de trapo. El mismo ratoneo pícaro, gambetero, pendenciero, del equipo que hoy juega en Rusia es una expresión fina, acabada, de los toques y más toques que caracterizan el fútbol de la calle, de los potreros, de los campos andinos y amazónicos. Y los propios seleccionados, por más modelados que sean sus uniformes y zapatos de fútbol, ayer o anteayer -salvo una que otra excepción- deleitaban con sus genialidades las canchas polvorientas del país, compartiendo helados, estrecheces, sueños, con las colleras que animan los interminables encuentros de los barrios. El penal perdido por Cueva -en las alturas de Huamachuco aprendió a pelotear, al mismo tiempo que hacía suya la contradanza, célebre baile huamachuquino - no hay que verlo con fatalismo. Messi mismo también acaba de perder un penal. Los reveses, en el deporte o en cualquier otro quehacer social, enseñan, ilustran, y pueden convertirse, si los asimilamos con inteligencia, en la antesala de los éxitos. Por eso es que la expresión ¡levántate Perú! que ilustra la foto de un Cueva asistido por sus compañeros, es muy motivadora para quebrar cualquier atisbo de pesimismo en la hinchada bicolor. Asimismo, esa exhortación puede ser aplicada en otros campos, particularmente en el político, donde la derecha, instrumentando mañosamente el entusiasmo generado por el mundial y la participación en él de la oncena de Gareca, pretende tener las manos libres para profundizar su política antipopular, antidemocrática y corrupta. El fujimontesinismo, que ha convertido el congreso en su chacra, es la fuerza antihistórica que a nombre del gran capital, está utilizando el fútbol como la cobertura para sus desmanes. En ese contexto, ¡Levántate Perú! es un llamado a perseverar en esa línea de oposición de masas, multitudinaria, juvenil, democrática, que en las últimas semanas está llenando las calles y plazas de la capital, denunciando la corrupción, el entreguismo, la antidemocracia, el apoyo a los grandes explotadores por parte de ese congreso, como también la complicidad del gobierno de Vizcarra, que otorga o calla. Como en el fútbol, los reveses enseñan. Es hora de que las fuerzas democráticas de todos los sectores y de todos los colores conviertan esas debilidades en fuerza, en preámbulos de victorias. (Foto de Efe).

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