Este
es el rostro del Perú indignado por el pacto siniestro suscrito por las
fuerzas negras del país, que le permitió a PPK seguir en Palacio, pero
que también le abrió las puertas de la cárcel al viejo Fujimori,
condenado por asesinatos de lesa humanidad, corrupción, secuestro...y
que tenía más juicios pendientes. Ese pacto está significando el regreso
de los Fujimori al poder para conjuntamente con
PPK, hacer y deshacer del país en beneficio del gran capital y las
transnacionales y en perjuicio de los millones de peruanos desposeídos y
marginados por la dictadura del capital.
Ese rostro de indignación, sin
embargo, le está indicando al Perú y al mundo, que la ciudadanía
peruana no arriará sus banderas democráticas, patrióticas y éticas. Por
eso es que la indignación ha tomado y seguirá tomando las calles de Lima
y de las principales ciudades del país. Ha sido siempre el pueblo, no lo
olvidemos, el que convirtiendo la indignación en fuerza, ha
dado la cara por la democracia. En la presente crisis esa constante del
movimiento social está repitiéndose.
(Foto de Geraldo Caso
Bizama-Perú21)
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