viernes, 22 de diciembre de 2017

¡CUIDADO, LA FIERA ESTÁ HERIDA!


Abortó la vacancia presidencial contra PPK. Aparentemente el primer plato estaba servido para ser fácilmente engullido por el golpismo fujimontesinista. Vacancia, toma del TC, defenestración del fiscal de la Nación, era el menú. La soberbia y la prepotencia en la mayoría congresal era desbordante. Los votos, sin embargo, les fallaron. No estuvieron los 87 fedayines: entre propios, topos y tontos útiles, con las justas arañaron los 79 votos de los 87 que supuestamente estaban seguros.

¿Qué ocurrió?

Es indudable que PPK y su cogollo tecnocrático tuvo bastante que hacer en el tema. Tarde, pero se empilaron. Aunque las sumas y restas de los negocios del gringo todavía no cuadren y merezcan una mayor atención, sin embargo el llevar a Borea Odría como abogado fue un acierto. Se despachó una clase magistral ante un auditorio donde la mayoría naranja prefería los juegos de sus celulares ante lo que seguramente consideraba una soporífera exposición. La verdad, empero, era que el abogado hizo recordar al congreso de otros tiempos, donde los parlamentarios de derecha e izquierda se enfrascaban en una verdadera confrontación de ideas y no de insultos como hoy ocurre.

Las conversaciones de persuación a los dudosos o mal informados, también funcionaron. Sin lugar a dudas, los ppkausas hicieron bien su trabajo, teniendo en Kenji Fujimori a un aliado. Fuerza Popular se quebró. La hasta ahora monolítica unidad naranja se hizo trizas. Los insultos, las amenazas, la humillación contra el engreido del caco de la Diroes, le pasaron la factura a los felpudines de la emperatriz. Kenji, le desinfló las llantas a la mototaxi.

El Apra volvió a mostrar sus fisuras. Es evidente que Del Castillo y Mulder juegan sus propios partidos; mientras que en el partido de la universidad César Vallejo, firmante de la moción de vacancia, finalmente recularon. Primó la sensatez. No ocurrió lo mismo en el Frente Amplio, convertido en el brazo armado del fujimontesinismo. ¡Triste final del cura Arana!

No obstante la importancia de lo actuado en los espacios del ejecutivo y el congreso, pienso que lo más trascendente de la coyuntura estuvo en las calles y plazas de Lima y provincias, en las denuncias sistemáticas contra el golpismo de la prensa independiente y el piqueteo de las redes sociales. El pueblo y sus vanguardias políticas, gremiales, culturales y artísticas, desempeñaron un papel de primer orden en la derrota del fujimontesinismo. 

Ese apoyo democrático masivo, pero independiente de los tejes y manejes de los gobernantes, en especial de los mafiosos, clarificaron el panorama: el fujimontesinismo no la iba a tener fácil. La vacancia, como punto nodal del golpismo, iba a abrir una capítulo especial en la historia de las luchas populares. Más de uno de los congresistas, aparentemente alineado con el golpismo, se vio obligado a pensarlo 2 veces...

Pero la faena no ha terminado. La fiera está herida. Esas derrotas duelen más porque la victoria parecía estar al alcance de la mano. Hoy, el peligro se acrecienta. La embestida contra el TC y el Ministerio Público, claves para ganar la impunidad, no desaparecerá, teniendo en cuenta que los informes de los fiscales brasileños sobre Odebrecht y los pagos a los políticos peruanos - Keiko y Alan entre ellos- estarían por llegar a Lima. Las cabezas de los fiscales y de los jueces del TC, tienen precio.
Ese pueblo en movimiento tiene además que arreglar cuentas con PPK. Las sumas y restas de sus negocios, decíamos arriba, no están claras. Se impone una investigación a fondo ¡ya! como asimismo es urgente que esas masas en movimiento recuperen su fuerza y energía para exigir a los gobernantes el cumplimiento de sus demandas más sentidas. No deben haber cartas blancas para nadie. La lucha contra la corrupción es indesligable del combate por mejores condiciones de vida, trabajo y salud. La promesa de la vida peruana, de la que nos hablóa Basadre, una y otra vez, debe estar en el centro de la atención de nuestros pueblos.

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