miércoles, 30 de agosto de 2017

¡NO SOY TU CHOLO!


Marco Avilés, el reconocido escritor sanmarquino, debe estar feliz, como una lombriz.

Desde el corazón del ppkausismo se ha alzado una voz, no cualquier voz, sino la de  Jorge Villacorta, secretario de organización de ese partido, para tirarle dedo a los "blanquitos", de "ojos verdes", todos amiguitos o amiguitas de Zavala, señalándolos como los grandes responsables de las desgracias de la gestión gubernamental del también rubio PPK.

"Es el gabinete del Ku Klux Klan", ha dicho Villacorta, en alusión a las organizaciones racistas norteamericanas, blancos todos, promotores de la supremacía de estos sobre los afroamericanos, indígenas u otros ciudadanos de "color puerta", como suele decirse en estos días.

¿Donde está nuestro mestizaje, nuestra gente, el Perú, en ese gabinete? se pregunta Villacorta muy molesto por cierto del desplante que dirigentes y militantes de su partido están sufriendo. Hicieron el gasto electoral, pero  los amigos de Zavala - afirma- se encumbraron en el poder.

¿Y que tiene que ver Aviles en este desmadre partidario? Pues sucede que el otrora estudiante de San Marcos - la universidad de los cholos, afirma- acaba de publicar No soy tu cholo (Ed. Debate, Lima, 2017), un texto de denuncia justamente de las manifestaciones racistas, etnocéntricas, que se dan en el país, por encima de cacareos de igualdad, que hipócritamente la cultura oficial, dominante, suele lanzar al viento.

Avilés, ha escrito: "...Estoy harto de pensar que Quispe Mamani o Lloque Chafloque jamás serán directores de aquel diario ni ministros de Economía ni esposas o esposos de Bentín García-Miró o de Aljovín Olaechea".

La denuncia de Villacorta, de haberse producido con anterioridad a la publicación del libro de Avilés, de seguro que hubiera merecido algún espacio en el texto, como un ejemplo concreto y patético en el campo de la política, donde se supone no deberían existir demonios ideológicos como el racismo, el etnocentrismo, el machismo entre otros.

Lo cierto es, sin embargo, siguiendo a Villacorta, que en el tema del racismo el partido de PPK no podría tirar la primera piedra. No se trata únicamente de que en el gabinete de Zavala se haya formado un cogollo  amical, de hombres y mujeres, "blancos de ojos verdes", sino que además, como suele suceder en esos casos,  el grupo es excluyente, endogámico, al que los otros únicamente tendrían que apoyar, aplaudir, reventar cuetes, seguir...

El secretario de organización del ppkausismo ha sido muy crudo, ha ido directamente a la vena, al levantar la voz y decir: "Nuestra misión no es de geishas, de lacayos, ni de aplaudir", luego de denunciar que lo que quiere el premier Zavala y su grupete es una portátil en el congreso, una claque, lista para aplaudir o vitorear a la gente del ejecutivo.

En otros términos, Villacorta ha mandado a la mierda a Zavala y su cogollo. Más suavemente podría haberle dicho ¡No soy tu cholo!, aunque ambas salidas se complementan.

 






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