viernes, 28 de julio de 2017

GABINETE DE CHOQUE



Cuando un entrenador del fútbol, llámese Sampaoli o Reynoso define un equipo para un próximo partido, la crítica y la hinchada prefiguran inmediatamente la estrategia: de ofensiva o defensiva, dirán. De la misma manera, al observar el equipo de operadores de un gabinete, en este caso el de PPK, uno puede sacar inmediatamente lo que será su línea de trabajo. Y si deja de lado subjetivismos de toda índole podrá decir, junto con nosotros, que con ese equipo lo único que persigue PPK es limpiarle el camino al gran capital y a las transnacionales, para que en los marcos del neoliberalismo sigan haciendo de las suyas en nuestra castigada economía. Las recientes declaraciones de Roque Benavides, el hombre fuerte de la Confiep y las del mismo PPK, reduciendo coincidentemente los problemas de la economía peruana a la necesidad de destrabar proyectos de inversión, o a los efectos del fenómeno de El Niño o del escándalo Lava Jato, sin echarle siquiera por cumplir una mirada crítica al modelo vigente o al manejo gubernamental, ajeno a las promesas electorales, daban la pauta del quehacer del futuro. En este sentido, el gabinete de PPK, con los recambios de ayer, presentan al país un equipo de choque que a nombre del capital buscarán, a todo trapo, hacer realidad las aspiraciones del extractivismo minero, de los banqueros y financistas, de los cogotudos de la exportación agroindustrial...en pocas palabras de los grandes empresarios que desde hace más de 25 años parten el jamón en el país. Incluso, la terquedad del presidente y de Zavala en mantener a la cuestionada señora Molinelli en el cogollo de mando, hay que explicarlo en ese contexto: es una lobista de fuste. Como también las conversaciones entre PPK y la jefa del fujimontesinismo, cuyas coincidencias en el raciocinio económico imperantes es por todos conocido. El propio Benavides le ha reventado cuetes a esa conversación. Los halagos no son gratuitos. Tiene toda la razón por ello el ingeniero Zumarán de advertir que con ese gabinete de choque ¡correrá bala! Cierto. La resistencia, las calles, las plazas, la búsqueda del camino propio para convertir este país en esperanza y futuro, en sueño y realidad, ha tenido un alto costo en estos últimos veintitantos años. Pero para los desposeídos, ninguneados u olvidados, no hay otra salida.

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