Argentinos en movilización
A diferencia de Argentina, donde una intentona derechista de poner en la calle a asesinos, torturadores y secuestradores del videlismo fue rápidamente bloqueada y legalmente desechada con las multitudes en las calles, en el Perú, las maniobras por liberar al viejo Fujimori - en la cárcel por ladrón y asesino- no han merecido hasta ahora la respuesta de masas que la maquinación mafiosa requiere.
Es cierto que se ha archivado el proyecto del congresista Vieira, que camuflaba la libertad del caco con una llamada "prisión domiciliaria"; pero es cierto también que ahora el fujimontesinismo está cargando contra el ejecutivo para arrancarle a PPK el "indulto humanitario" que le está exigiendo. La decisión de interpelar a dos ministros del gringo forman parte de esa estrategia de choque, a la que se sumará, sin lugar a dudas, el boicot a resoluciones adoptadas por palacio, para desestabilizar el régimen, como ya viene ocurriendo.
Hasta ahora, ese ajustón a PPK, que se hace a tambor batiente, no ha tenido el resultado que el fujimontesinismo espera. Pero las precariedades del ejecutivo, el poder congresal que ostentan los nuevos capitostes de las huestes naranjas, las presiones que la derecha está ejerciendo - el propio ex presidente García se ha sumado al coro-, las ambigüedades de algunos sectores sociales y políticos, y los embates ideológicos que retuercen el sentido real de la sentencia que mandó a la cárcel al viejo Fujimori, pueden provocar que finalmente el ppkausismo recule y le abra las puertas de la cárcel al caco.
Si tomamos como referencia la reciente experiencia argentina, y las vivencias de combate del pueblo peruano en defensa de la democracia, y de los derechos de los trabajadores, llegaremos a la conclusión que la única salida para impedir que la derecha cavernaria logre sus propósitos está en el poder de la calle, de las masas en movilización. Esta vez esos pueblos tendrán que batirse en salvaguarda del respeto a los derechos humanos.
El mensaje del pueblo argentino y de las propias Naciones Unidas que se pronunció sobre los sucesos del país hermano es imperativo para todos los hombres y mujeres del mundo:
"Los crímenes de lesa humanidad agravian no solo a las víctimas sino a todos los seres humanos"; por tanto, la defensa de esos derechos, su salvaguarda irrestricta e imprescriptible, es patrimonio de toda la humanidad.
En ese sentido es falso que el ex dictador no haya sido condenado por crímenes de lesa humanidad. El fallo de los jueces peruanos fue contundente en referencia a su responsabilidad por el asesinato de los estudiantes de La Cantuta y de los vecinos de los Barrios Altos: “Los mencionados delitos de homicidio calificado constituyen crímenes contra la humanidad según el derecho internacional penal” señala la sentencia.
Para esos homicidas no hay indultos, ni libertad camuflada,
ni prisión domiciliaria, tampoco vale el 2x1 (del que gozan los reclusos comunes y corrientes). Si el pueblo peruano, al igual que el pueblo argentino se hace respetar, Alberto Kenya Fujimori, condenado a 25 años de prisión, abandonará la cárcel el 10 de febrero del 2032...
Si tomamos como referencia la reciente experiencia argentina, y las vivencias de combate del pueblo peruano en defensa de la democracia, y de los derechos de los trabajadores, llegaremos a la conclusión que la única salida para impedir que la derecha cavernaria logre sus propósitos está en el poder de la calle, de las masas en movilización. Esta vez esos pueblos tendrán que batirse en salvaguarda del respeto a los derechos humanos.
El mensaje del pueblo argentino y de las propias Naciones Unidas que se pronunció sobre los sucesos del país hermano es imperativo para todos los hombres y mujeres del mundo:
"Los crímenes de lesa humanidad agravian no solo a las víctimas sino a todos los seres humanos"; por tanto, la defensa de esos derechos, su salvaguarda irrestricta e imprescriptible, es patrimonio de toda la humanidad.
En ese sentido es falso que el ex dictador no haya sido condenado por crímenes de lesa humanidad. El fallo de los jueces peruanos fue contundente en referencia a su responsabilidad por el asesinato de los estudiantes de La Cantuta y de los vecinos de los Barrios Altos: “Los mencionados delitos de homicidio calificado constituyen crímenes contra la humanidad según el derecho internacional penal” señala la sentencia.
Para esos homicidas no hay indultos, ni libertad camuflada,
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