domingo, 30 de abril de 2017

UN GOL DE MEDIA CANCHA


A diferencia de las tensas pero siempre bulliciosas horas de la noche, de presión por el cierre de edición, la sala de redacción estaba vacía y silenciosa. Eran las clásicas primeras horas de la tarde, aburridas y lentas. De repente sonó el teléfono, una y otra vez. Cuando respondí -era mi obligación porque estaba de turno- una voz femenina, pero queda, informaba de un suceso periodísticamente importante: una huelga de prostitutas en un conocido lenocinio limeño de la avenida Colonial. No era La nené, ahora convertido en Las cucardas, pero no por ello menos destacable en el mundo putañero. Este tipo de conflictos sociales no se presentaban todos los días, como tampoco era común que fueran las entonces llamadas "mariposas del amor" la que buscaran cobertura periodística -quien estaba en el fono era la coordinadora del movimiento- cuando regularmente era lo que menos les importaba. Pero la situación laboral del casi centenar de mujeres era insoportable, asfixiante, según dijo. Las tarifas por el uso del cuarto en el corralón, así como las de servicios como agua, luz, seguridad - la prestaba "el negro Bomba"- y otros costos, se habían mutiplicado abusivamente, obligando a las milongueras a hacer uso de las armas de los trabajadores: el paro preventivo, la huelga indefinida, la movilización...Sólo les faltaba la difusión de la pelea, que se la brindamos; incluyendo los nombres de los explotadores de cuello y corbata y las fotos del ajustón que las mujeres les dieron en la Prefectura limeña - el problema era visto como un asunto policial y no laboral- a la hora de la conciliación. El escándalo terminó con una sonora victoria de las putas. A la Prefectura, que vivía o vive en parte de las llamadas "licencias especiales" tampoco le convenía la huelga, su presupuesto no podía debilitarse: obligaron a los proxenetas a retroceder en sus abusos. Fue un gol de media cancha, que me permitió acercarme a un mundo laboral estigmatizado, ignorado o subestimado por las vanguardias sociales de esos años. Las celebraciones por el 1 de mayo no pueden excluirlas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario