lunes, 3 de abril de 2017

SAN MARCOS, LA CONCIENCIA CRÍTICA


No nos engañemos. San Marcos, la cuatricentenaria universidad peruana nunca gozará del aval de la derecha y sus corifeos. El desencuentro es histórico, visceral. Se inició cuando la vieja casa de estudios, a iniciativa de sus avanzadas docentes y estudiantiles, rompió el cordón umbilical, ideológico y político que los relacionaba, que permitía, por ejemplo, que los propios cuadros de la caverna se formasen en los claustros sanmarquinos. Con esa Universidad, la reproducción del sistema estaba asegurada, sin dudas ni murmuraciones. Pero cuando los claustros comenzaron a democratizarse y el pensamiento verdaderamente científico y humanístico, crítico y reflexivo por naturaleza, sembró de primaveras los ambientes de la Casona, el reducto histórico sanmarquino, la derecha se espantó y huyó, aunque tratando siempre, desde el poder, de ponerle piedras a la universidad o de ahogarla, para domesticarla. Citando un caso: esa derecha, de rancio espíritu colonial y entreguista, nunca le perdonó a los estudiantes sanmarquinos el haber impedido que Richard Nixon, el vicepresidente de los Estados Unidos hablase en la Casona. El halcón llegó altanero, rodeado de policías y soplones. Los estudiantes no arrugaron. Posicionados en La Casona y en el Parque Universitario, le cerraron el paso con todo lo que tenían en la mano. Nixon tuvo que recular y volver a su hotel en la plaza San Martín y hasta aquí llegaron los estudiantes, repudiándolo. Cuando le preguntaron a los estudiantes las razones del rechazo, los dirigentes respondieron con firmeza: "Nunca dejaremos hablar al representante de un régimen que apoya a las dictaduras criminales que asolan América Latina". Se referían al apoyo que Estados Unidos - corría mayo de 1958- brindaba a regímenes como los de Venezuela, Colombia, Cuba, Paraguay...En el Perú, hasta 1956, había respaldado a la dictadura odriista. Para la derecha, como ustedes pueden imaginar, la rebeldía sanmarquina era una felonía. En este contexto hay que ubicar el maltrato y la demonización que están sufriendo los docentes, estudiantes y trabajadores sanmarquinos, por el solo motivo de reclamar contra los abusos y atropellos de sus autoridades. (Fotos de Life)

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