Como dicen ahora, estaba de boleto. La juerga había sido buena, tanto
que cerca del mediodía recién abrí mis ojos como para meterme un
duchazo, tomar algo y salir como una tromba a buscar la noticia, por
ello me pagaban y si era una primicia, mejor, podía tentar una primera
página. En estas cavilaciones andaba mientras me lustraban los chuzos,
cuando ¡pandangán! se me apareció la virgencita. Ante mis ojos, jadeando
por el esfuerzo, cruzó raudamente uno de los miembros de un conocido
trío mixto de música criolla. Tras él, zapato en mano, iba la cantante,
lanzando rayos y centellas, con intenciones nada santas por supuesto.
¿Qué había ocurrido? En esos momentos no lo sabía, aunque lo sospechaba.
Lo concreto - lamentablemente en los años 60 estábamos lejos de las
cámaras fotográficas de hoy- era el escándalo - en plena avenida Tacna
con un sol espectacular- que se convirtió en la comidilla de los días
siguientes, teniendo como insumos los escritos de este pechito.
Recordando este y otros hechos similares, suelo decir a veces,
parafraseando a un ex presidente, que no solamente la plata llega sola,
las noticias también pueden llegar de la misma manera. Todo depende de
que estemos en el día, en la hora y en el lugar adecuados. De mi
afirmación puede dar fe mi gran amigo Pepito Torres - del país de
Ucuncha- con quien fuimos testigos de otro notición: la fuga del temible
"Chupete" del penal del Sexto, cuando al igual que en el caso que
comentamos, estábamos agujas de noticias...
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