¿Y las goleadas que nos mete la naturaleza cada vez que se desatan sus
furias y sus penas? En el pasado, a esa naturaleza la hemos domeñado,
los monumentos arqueológicos inkas o preinkas, sus fabulosos trabajos
hidraúlicos, respaldan nuestra aseveración. Las derrotas posteriores,
incluyendo las que hoy siembran dolor, destrucción y muerte, nos indican
que nos hemos alejado del raciocinio primero, original, propio, que
alentaba la protección de esos entornos naturales, sin dejar
de aprovechar racionalmente sus recursos. Hoy todo es explotación
irracional, desmedida, donde no cabe ni pensar en lo que suele llamarse
desarrollo sustentable, a futuro. Ello explica las palizas que nos mete
la naturaleza cada vez que se la antoja. Hay que desearle suerte a los
muchachos que anoche le ganaron a Uruguay, pero lo trascendental no va
por ahí, va por el lado del reencuentro con la naturaleza, esos son los
mundiales que no debemos perdernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario