A OTRO PERRO CON ESE HUESO

La decisión del presidente Maduro de cerrar el parlamento venezolano ha provocado, en el Perú, una rapidísima reacción del conjunto de la derecha, que pretende aparecer como la más cara defensora de la democracia, cuando sus antecedentes la condenan. La señora Keiko, por ejemplo, ha dejado en el perchero la perfomance de su progenitor, que con su siniestro asesor, en abril de 1992, cerraron el congreso, se apoderaron del poder judicial, del ministerio público, del TC y de todas las instituciones propias de un Estado de Derecho. Doña Keiko, incluso está aprovechando la situación para ponerse, muy oportunistamente por cierto, al lado de PPK - ¿cerrándole el paso a Kenji?- en la decisión del gobierno de retirar al embajador peruano en Caracas. Ni en el climax de las embestidas de la naturaleza dejó de ningunear al colorao, pero ahora lo chochea. PPK, por su parte, con unos reflejos que no los tiene a la hora de enfrentar los problemas del país ha sido uno de los primeros en salir al frente de Maduro, olvidando algo: que Fujimori, el golpísta del 92, es uno de sus héroes. ¿No lo proclamó así en el mitin de Keiko en la campaña electoral del 2011? En cuanto a Mario Vargas Llosa, conocido es su visceral antichavismo, como también la repulsión que le causa la ruptura democrática del 92 en el Perú. No obstante, hoy coincide con la hija del caco en rechazar los sucesos de Venezuela, aunque guarde un sepulcral silencio en torno al golpe blanco que se dio en Brasil contra la presidenta Rousseff. Vale anotar que los diarios de hoy nos traen la noticia que el principal impulsor de ese golpe, otrora presidente de la Cámara de Diputados, acaba de ser condenado, por coimero, a 15 años de prisión. ¿Alguien ha dicho algo al respecto?

Otrosi digo: Todos tenemos el derecho de pronunciarnos sobre lo que está ocurriendo en Venezuela, a favor o en contra. Lo criticable es, como ha ocurrido siempre con la derecha peruana, pretender presentarse como campeona de la democracia, cuando realmente se tiene una entraña antidemocrática, golpista y hasta fascista. En cuanto a Venezuela, dejemos que los propios venezolanos resuelvan sus problemas.