lunes, 12 de diciembre de 2016

EL GOLPISMO FUJIMONTESINISTA


Con sinceridad, yo no creo que el ministro Saavedra sea la última chupada del mango. Como tampoco pienso que su reforma educativa, de clara factura neoliberal, sea la panacea para los crónicos problemas educativos del país. Lo que si sostengo, basado en la historia y en la experiencia propia, es que nunca ha habido una interpelación tan mala, ni inquisores tan mediocres como los que se lanzaron como galgos contra Saavedra en la última función congresal. Las interpelaciones siempre escuelearon a las masas. De uno u otro lado lado se esgrimían ideas, argumentos, proyectos, contrastes sostenidos. Lo que el fujimontesinismo lanzó contra el interpelado fue simplemente basura. Por eso es que, ubicándonos pulcramente en los marcos de la democracia parlamentaria el juicio al ministro fue un un fiasco. Saavedra tiene toda la razón del mundo al decir ¡no renuncio! Lo que este ministro, al igual que PPK y sus tecnócratas se resisten a aceptar es que el guillotinamiento del titular de educación no es sino parte de un plan mayor que los pupilos de Fujimori y Montesinos, han articulado para hacerse del poder total en el Perú. La experiencia latinoamericana nos indica que en los días que corren los golpes ya no se dan en los cuarteles, como antaño ocurría. Hoy se traman y se ejecutan en los parlamentos donde las fuerzas del oscurantismo, trenzadas en intereses subalternos, dejan sin piso a los presidentes que no gozan de sus simpatías. El fujimontesinismo, apunta a eso, tiene un peso congresal determinante, aliados como el Apra, y tontos útiles en las propias filas pepekausistas - Sheput, Techito, Araoz- que son proclives al maridaje con el fujimontesinismo, basados en sus coincidencias ideológicas y en su temor al pueblo en movimiento. Porque, aunque no pocos sectores sociales lo admitan, la única vía para pararle los machos a la lumpenería fujimontesinista es la de la movilización de todas aquellas fuerzas democráticas, progresistas y patrióticas que en calles y plazas se opongan a que el Perú se vuelva nuevamente una pampa donde las leyes, las normas y las costumbres - como ocurrió en los años 90- lo impongan las mafias, los ladrones de cuello, corbata y uniforme, la prensa putrefacta, y los sicarios. Esa es la trascendencia de las movilizaciones convocadas para esta tarde en Lima y provincias. En un contexto de esa naturaleza, con las izquierdas y fuerzas democráticas de todos los colores y matices fortaleciéndose al lado del pueblo en el combate mismo, el proyecto golpista del fujimontesinismo puede ser quebrado.

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