jueves, 24 de noviembre de 2016

UNA GRAN PENDEJADA


Caballero nomás. La señora Nadine ya está en Suiza, preparándose, de acuerdo a los cables, para asumir las altas funciones encomendadas en la FAO, que además de proporcionarle un buen billete,  la pondrían a buen recaudo de los sofocones procesales a los que ha estado expuesta en los últimos meses. La ex primera dama salió en plena luz del día, cumpliendo con los requisitos que manda la ley en estos casos e incluso,  con la autorización implícita del juez que ve los procesos en los que está comprometida al que incluso, según el abogado de la viajera, le mostró los billetes del avión.

Legalmente,  no hay nada que objetar, la movida es impecable. Tiene derecho a trabajar como cualquier mortal, en el país y en el extranjero, que haya usado o no los contactos que le dio el poder para lograr el puesto que ostentará, es secundario. Lo concreto es que ya está en Suiza porque legalmente no había razón alguna para hacerle el pare en el aeropuerto. Mis respetos a sus asesores legales.

Políticamente es una gran pendejada, que hay que adicionar a su evidente astucia legal. Como mandamás de facto de su partido debió afrontar de pie las batallas legales y políticas en las que están comprometidos ella, su esposo y su partido. Su viaje al exterior da pie para conjeturas de todo tipo, que van desde el apoyo encubierto que algún nivel de la administración de PPK le podría haber brindado para zafar el bulto, como la posibilidad de un blindaje diplomático ante una amenaza, no descartada, de carcelería por los cargos que está afrontando.

Políticamente, además, el desplazamiento de la señora, deja como palos de gallinero al gobierno de PPK y a la administración de justicia, bastante bien baipaseados, sin reflejos y con reacciones que revelan vacíos y limitaciones en la lucha sin cuartel contra la corrupción en la que supuestamente están empeñados.

Los que han lanzado el grito al cielo  han sido los fujimontesinistas. Para desgracia de ellos, tienen un techo de cristal. Sus líderes, hoy en cana, también en su momento tomaron las de villadiego, teniendo que ser traídos a la fuerza para responder por sus crímenes y latrocinios de toda naturaleza. 

Además, otros altos funcionarios de la dictadura de los 90 siguen con orden de captura internacional, refugiados en países, en el caso de la familia del dictador, donde no funciona la extradición. El propio dictador, recordemos, gozó de este beneficio mientras vivió en Japón, donde, en el colmo de su audacia pretendió ser senador.

Con razón dicen algunos que la señora Nadine no ha hecho otra cosa que aplicar la receta de fuga del fujimontesinismo, aunque con los retoques de legalidad que hemos señalado. ¿Y los apristas tienen algo que reclamar al respecto? La respuesta se las dejo a ustedes...

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