Desde La Encañada, un promisorio distrito cajamarquino, nos llega un mensaje alentador: en la lucha contra la corrupción, el gran mal que azota al país, no todo está perdido. En nuestros pueblos existe una reserva moral que desde sus propios usos y costumbres, incluyendo celebraciones como el carnaval, desarrollan campañas educativas contra el citado flagelo.
La foto del ratón atrapado en la ratonera, enviada por María Vásquez Aguilar, es muy ilustrativa. Aparentemente es una comparsa más en las fiestas carnavalescas, realmente, la figura simboliza el mal, la epidemia que arrastran ratas y ratones; pero al mismo tiempo la cuadrilla carnavalesca señala el antídoto: la ratonera. Y no temo equivocarme al decir que de seguro que habrán coplas que niños y jóvenes entonarán en sus desplazamientos por el distrito, llamando a la población a acabar con el mal mientras no se deja de cantar y bailar...
Es importante recordar que en Cajamarca, específicamente en Chota, nacieron y se expandieron las Rondas Campesinas. Constituyeron una respuesta popular en el combate a los abigeos de noche, como también a los de día. Esas Rondas, son hoy una institución, convocadas por ley a imponer la denominada justicia no letrada.
Experiencias como las del pueblo de La Encañana deben multiplicarse. La lucha contra la corrupción, si es que pretendemos acabar con ella, supone el desarrollo de mecanismos de creatividad cuyos alcances educativos son multitudinarios. Bien por esa reserva moral.
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