lunes, 22 de febrero de 2016

EL PLEITO DE FONDO


La derecha clásica, que reina en el Perú desde los años 90, está en apuros. Lo que parecía una pascana electoral para sus alfiles, se ha convertido en un campo erizado para sus intereses, que los está obligando a mover toda su maquinaria y a mostrarse, muy a su pesar, tal como realmente son, más allá de los velos ideológicos con los que suelen cubrir sus acciones y justificaciones.

Primero fue Acuña, hechura de los emputecidos y nauseabundos tiempos  que vivimos. Pero revisándole hasta las sábanas hoy lo tienen prácticamente contra la pared, a lo que ha contribuido  la esperpéntica personalidad del dueño de la Vallejo. 

Ahora, la puntería está enfilada contra Guzmán, un advenedizo, que a diferencia de Acuña no surge de las ninguneados espacios regionales. Guzmán es un tecnócrata hueleguisos que llega a las elecciones presidenciales apadrinado por tigres capitalistas de la talla de los que colman la Confiep. Pero que a diferencia de éstos, que se mueven en las esferas del extractivismo y de las finanzas, los padrinos del moradito tienen su reino en la industria internacional de la belleza, donde son  capos de capos. Estamos hablando de miles de miles de palos verdes, ante los cuales la riqueza de Acuña termina en caricatura. ¿Dudan de mi afirmación? Revisen la revista Forbes.

La pelea entre esos tigres es de fondo: en pocas palabras, en abril del 2016 se debe dilucidar cuál de esos sectores va a manejar el poder a partir de julio de este año.

Como ustedes ven, eso no es moco de pavo. Por eso, la derecha tradicional, la bruta y lumpenesca, sin dejar de mover la guadaña del trabajo sucio, trata desesperadamente de reposicionar a García y PPK, en picada en lo que a preferencias ciudadanas se refiere, aunque para ello tengan que calatear públicamente al gringo o, prepararle entrevistas al ex presidente que ha perdido los reflejos de su pasada juventud.

La nueva derecha, mientras tanto, además de pasear al moradito por cuanto medio influyan,  está moviendo todos sus contactos, estatales y privados, para meterlo nuevamente en la carrera. Después de la resolución del Jurado Nacional de Elecciones Guzmán era prácticamente un cadáver, hoy, está en cuidados intensivos. Connotados opinólogos y juristas de gran prestigio se la están jugando en pro del casi desahuciado. Sus razones tendrán. La cháchara es la misma: la democracia por aquí, la democracia por allá. 

No revelan la verdad de la milanesa: los intereses que están en juego, que no son, ni en uno ni en otro caso, los que deben defender los pueblos del Perú.





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