lunes, 21 de diciembre de 2015

¡TODOS CALATOS!


Sigue el calateo ideológico y político. Esta vez le tocó el turno a lo que podríamos denominar izquierda de temporada. Primero fue Vladimiro Huaroc, quien anunció que se pasaba con sus chivas a las filas del fujimontesinismo para apuntalar la candidatura presidencial de la señora Keiko. ¡Traidor! le escupió en el rostro doña Susana Villarán. Ambos habían fundado Fuerza Social una de las organizaciones supuestamente llamada a renovar y modernizar la izquierda peruana. La sorpresa mayor estaba por venir: esta vez fue la ex Alcaldesa de Lima que apareció de la mano con el controvertido general Urresti -actualmente en el banquillo de los acusados por el crimen del periodista Bustíos- y que de consuno tienen ahora la complicadísima tarea de limpiarle el rostro a rechazada  pareja presidencial,  para ver si en las próximas elecciones presidenciales sacan siquiera para el té.

El floreo entre ambos está a la orden del día. El  general, conocido como Arturo en los años de la guerra interna, ha dejado de lado sus liquidadores comentarios sobre las ONG defensoras de los derechos humanos,  a las que no solamente calificó de carroñeras, sino de ser autoras de su desgracia - la señora Villarán ha sido o es una destacadísima figura en estos círculos- para decir a todo viento que ésta es una "mujer valiente".

Mientras tanto, en retribución,  la señora regia de la política local, encarpetando sus anteriores juicios sobre el procesado, cual novísima clarividente, nos ha salido con una de filigrana: "tiene la convicción" de que "Arturo" es inocente ha expresado. Huaroc, no se queda atrás en el floreo: anda diciendo que doña Keiko está liderando un proceso de renovacion democrática de su partido. Lo que no ha explicado hasta ahora como es que, siendo él un especialista en resolver conflictos a través del diálogo y la corcertación puede estar en una plancha presidencial al lado de un empresario - véanse los videos en youtube- que pretende resolver esos conflictos a balazo limpio, para acabar con los huelguistas "malnacidos". Sin que obviemos, por supuesto, las responsabilidad de quien fuera primera dama de la dictadura fujimontesinista.

¿Cómo explicar el calateo de quienes fueran fundadores de Fuerza Social?

Don Carlos Olazo Sillao en un reciente artículo publicado en este mismo blog - ¿A donde va la izquierda peruana de noviembre de 2015- decía que existe "una izquierda a la que ni siquiera se la puede calificar con los viejos conceptos de reformista o socialdemócrata, puesto que carece de toda convicción doctrinal y no tiene ningún interés en luchar contra el sistema, siquiera por cambios irrelevantes desde el punto de vista histórico". Vista su práctica, no lo que dicen, a esa "izquierda" pertenecen Huaroc y Villarán. No es que estén dementes o caminen desbrujulados. Su grosero pragmatismo los ha llevado a ser ya parte del sistema, al que se han adaptado luego de tirar por la borda principios, programas, banderas, si es acaso alguna vez los asumieron con consecuencia.

Como Huaroc y Villarán, hay quienes debieran ya concluir su striptease ideológico y político. Están en su derecho de decirle al mundo que ya perdieron la fe y la esperanza de un país sustancialmente diferente. Que se equivocaron de camino o que se cansaron, total, los años no pasan en vano. A lo que no tienen derecho es a seguir traficando con supuestas posiciones de izquierda, mucho menos a considerarse portaestandartes de una renovación de la misma. Desde el momento en que se han alineado con organizaciones y personajes que abogan por el continuismo, por la mantención del estado de cosas reinantes en el país, por hacer de cortina incluso de quienes han violentado los derechos humanos con crímenes de toda naturaleza y robos a gran escala, si se han alineado con ellos, decíamos, es que ya están en la vereda de al frente. Digan lo que digan.

Parafraseando lo dicho por la actriz Mónica Sánchez bien podríamos indicar: Ahí están lo que creen que las causas se negocian o que tirar los principios al tacho, si valen votos.

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