domingo, 4 de enero de 2015

¿CAIGA QUIEN CAIGA?

Sí, hay que limpiar y bien el barril de las manzanas podridas, como nos lo sugiere el profesor Dargent - La República, 03-01-15- para acabar con la corrupción que está carcomiendo el país. A estas alturas sacar únicamente las manzanas podridas resulta ya limitado. La cuestión está en cómo lo hacemos y con quienes lo hacemos, habida cuenta que desde los años 90 ese famoso ¡caiga quien caiga! manejado por los gobiernos de turno ha terminado convertido en sainete. Aquí radica la importancia del movimiento juvenil contra la ley pulpín y el bien ganado respaldo ciudadano del que hoy goza. Hacer sostenible dicho movimiento, dotarlo de un programa, de una dirección, de un liderazgo, de una línea organizativa de bases, amplia, plural, realmente democrática, puede darle una trascendencia excepcional, que enrumbe justamente hacia la limpieza de todos los barriles podridos existentes en nuestra sociedad - que no están presentes únicamente en el ámbito de la corrupción- y que bloquean su desarrollo. 

La derecha sabe de esta perspectiva, por ello, ahora todos los focos mediáticos están concentrados en el escándalo Belaúnde Lossio, para distraer, confundir, mediatizar, la fuerza del movimiento juvenil. Sin duda, hay que extraer esa manzana agusanada, pero la chamba va más allá, es de largo aliento, está en los barriles. No perdamos este horizonte.

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