jueves, 21 de agosto de 2014

EL OCASO DEL HUMALISMO

Estamos asistiendo al eclipsamiento ideológico y político de la administración humalista, o si ustedes quieren de la borrachera nacionalista que irrumpió en  palacio de Pizarro en olor de multitud, pero que a la vuelta de la esquina, entregado en cuerpo y alma al gran capital y a las transnacionales, ya no es capaz ni de salir airoso en lo que usualmente es un ritual de la democracia burguesa: la investidura de un nuevo gabinete, en este caso  presidido por la señora Ana Jara.

Las últimas encuestas de opinión indicaban que la administración del presidente Ollanta va cuesta abajo; los pantallazos mediáticos del ministro Urresti le permitieron, en el marco de esa tendencia descendente, remontar algunos puntos, pero analistas y opinólogos coincidieron en que pese a todo el gabinete de la señora Jara no iba a tener problemas con la votación, teniendo en cuenta, además, el febril trabajo en pro de la misma – bancada por bancada- a la que se dedicó la premier en los días previos a la sesión congresal.

No les faltaba razón a los analistas y opinólogos. Total, salvo una batalladora minoría congresal, reforzada últimamente con los disidentes del humalismo, el resto de bancadas de oposición manejan las mismas coordenadas económicas, políticas y éticas del  humalismo, que los ubica en el mismo campo de los defensores a muerte del sistema, del neoliberalismo y de la nauseabunda política criolla del toma y daca, como más de una vez lo han demostrado

¿Ustedes creen que el Apra, el fujimontesinismo, el PPC, Perú Posible o los representantes de SolidaridadNacional, para mencionar a los grupos más significativos, tienen diferencias sustanciales con el humalismo?

Si han seguido de cerca las intervenciones de esa oposición habrán constatado que todos cojean del mismo pie. Por eso es que  las críticas de esos congresistas  no pasaron de las cuestiones formales,administrativas, de gestión, de planeamiento, de omisiones o inexactitudes en los 5 ejes en que la señora Jara dividió su intervención: educación, salud, seguridad ciudadana, crecimiento e inversión productiva y lucha contra la corrupción.

Unos incidieron en la falta de capacidad de gasto del gobierno ollantista; otros en la falta de reflejos para enfrentar lo que consideran un bache de la economía, en referencia al decrecimiento de ésta;  los apristas, ya en campaña para el 2016, contrastaron los niveles de crecimiento  económico en el que el presidente García dejó el país con los altibajos de la actualidad; mientras que los más atrevidos yrabiosos cargaron contra los hoy impresentables ministros de energía y economía por lobistas, y  contra el titular del interior, por el manejo mañoso de las cifras de sus supuestos éxitos en la lucha contra el crimen organizado y la falta de resultados en lo que se supone es una búsqueda “implacable” de los mafiosos vinculados al poder estatal, hoy en la clandestinidad.

No faltaron, es cierto, si observamos el conjunto de las intervenciones, las referencias a la huelga de los médicos, a las idas y venidas  de la política energética, de la cual las múltiples variaciones al proyecto del Gasoducto del Sur es un buen ejemplo, de  la inconsecuencia del gobierno en la aplicación de la ley de consulta previa a los pueblos indígenas – muestra clara de su abdicación ante el capital extractivista- a los abusos y atropellos de las empresas chinas en la minería y en el agro – están llevándose la maca en camión- al asalto a mano armada que significa la incorporación a lo bestia de los trabajadores independientes al régimen de las AFP, a la falta de interés por mejorar el  salario mínimo de los trabajadores, a la prioridad de prioridades que se le otorga a la gran minería,que contrasta con el abandono de los pequeños y medianos productores del campo: los héroes de la quinua, de la papa, de la oca, de la crianza de auquénidos…

Para esas fuerzas de oposición, salvo para la minoría congresal de izquierda, ninguno de esos cuestionamientosu observaciones pasa por la revisión crítica del modelo neoliberal impuesto porel fujimontesinismo hace más de 20 años. Bastaría que el humalismo, bajoneado por el revés político de no haber obtenido una votación favorable en elcongreso,   les ofreciera la cabeza delministro Mayorga o mostrara en negro sobre blanco su disposición a aceptar las propuestas de esos partidos – ofrecidas según se denunció en las conversacionescon las bancadas- para que las aguas vuelvan a su nivel.  Ya ocurrió con el gabinete Cornejo, no sería raro que suceda lo mismo con el que preside la señora Jara, de la que dichos sectores han mostrado su disposición de no enemistarse, como públicamente lo han señalado.

Con el humalismo en crisis,golpeado interna y externamente, sin cuadros políticos de fuste en el congreso– tiene un grupete de espadachines en lugar de bancada- no sería difícil que tal situación acontezca. Pese a que la correlación de fuerzas ya no le es favorable en el congreso y se acreciente su divorcio con las masas populares,  no se olvide,  el humalismo sigue manejando las riendas del poder, del  que como buenos políticos criollos hacen hoy uso y abuso, sin rubores…

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