domingo, 27 de julio de 2014

UNA SIMPLE BORRACHERA


Matemáticamente, la señora Solórzano ganó ayer la elección para la presidencia del congreso. Políticamente, sin embargo, ella y su partido, quebrado una vez más, vuelven a quedar por las patas de los caballos; en tanto que éticamente el congreso de la república, uno de los puntales de la democracia burguesa, muestra otra vez sus vísceras groseramente mercantiles. El desaparecido Tacora le quedó chico en la compra y venta de votos, como desde adentro y fuera del congreso lo admiten.

Parafraseando a Pirro, luego de su éxito, la señora Solórzano bien podría haber dicho: "otra victoria como ésta y regreso sola a conversar con Nadine"..

El costo de la victoria matemática es alto. El nacionalismo ha quedado reducido, como los viejos partidos oligárquicos, a un club de grandes amigos y amigas, donde la voz cantante la lleva la pareja presidencial, en particular la señora Nadine. Sin ideario, sin programa, sin democracia interna, el nacionalismo no ha pasado de ser una simple borrachera.

Hoy, quien le pone la pauta es el gran capital que con la troika en palacio - Castilla, Nadine y el comandante- quiere terminar de construirle a todo vapor un nuevo piso al neoliberalismo en el Perú.

El último paquetazo económico, que incluye las medidas contrarias a la defensa del medio ambiente, tienen esa orientación. Si lo dudan no busquen respuestas en las intervenciones parametradas del oficialismo; despejen sus interrogantes con las apreciaciones de los analistas económicos independientes, uno de los cuales acaba de escribir: "Ahora se promulgan medidas económicas y administrativas que no son más que placebos para evitar la desaceleración y que paradójicamente nos llevarán al despeñadero" (Jurgen Schuldt, Hildebrandt en sus trece, número 212, 25 de julio de 2014, p. 15).

Ese es el programa antipopular del nacionalismo en la presente coyuntura. Para eso la señora Nadine ha colocado a sus amigas en puestos claves como el premierato y la presidencia del congreso; mientras que su ministro del interior, aporreando médicos y enfermeras y alardeando de sus supuestos éxitos contra el crimen organizado va calentando motores para enfrentar las marejadas sociales que podrían levantarse en medio de los latrocinios del gran capital, como ya comienza a ocurrir en la amazonía.

Porque una vez más se confirma que el pueblo no tiene otra salida que la defensa de su camino independiente,de pelea por sus intereses inmediatos y futuros, y que de facto lo coloca en las antípodas de las ilusiones que generan borracheras como las que encarnó el nacionalismo, que va epilogando a capazos como ha ocurrido con la elección congresal que comentamos.

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