sábado, 28 de junio de 2014

GOYO

Si la derecha bruta y achorada, sus gobernantes y políticos de turno, o sus medios de comunicación, pensaron que con Gregorio Santos en la cárcel lo  sepultaban políticamente, pues se equivocaron de punta a cabo. Conforme pasan los días y se van esclareciendo los hechos, incluyendo el propio trajín administrativo y político del hoy  recluso del penal Piedras Gordas, va incrementándose la idea de que el tenaz líder cajamarquino ha sido víctima de una celada muy propia de regímenes que a falta de argumentos apelan a la represión desembozada, utilizando para ello todos los resortes del aparato estatal que controlan. Olvidan estos señorones que la historia del movimiento popular demuestra que acciones de esa naturaleza, en la mayoría de los casos, terminan acrecentando la imagen y la influencia de sus víctimas y aíslando a sus represores.

Entiéndase, sin embargo, que no estoy en contra de la investigación al presidente regional de Cajamarca, como el mismo Goyo en esta ocasión como  en las múltiples ocasiones que le ha caído la Contraloría, tampoco se ha opuesto. Lo que se observa es que no todos los hoy sospechosos de corrupción o de otros delitos son medidos con la misma vara, es decir no todos terminan con sus huesos en algún penal. Hay algunos que pasean muy campantes por la capital de la República, van y vienen del extranjero, y algunos hasta son defendidos muy sibilinamente por nuestros propios mandatarios, a pesar de que los indicios de corrupción se caen de maduros

Esas investigaciones a Santos, que se multiplicaron luego de su férrea oposición al proyecto Conga, muestran a un presidente regional asequible a los contralores, sin dejar de denunciar las verderas intenciones políticas de las pesquisas o de las decisiones contra su gobierno, como cuando le congelaron las cuentas a su administración. En otros términos, no es la primera vez que cargan contra Goyo, en todas ha estado, nunca arrugó, ni en esta última oportunidad en que sentado en la Sala Penal Anticorrupción esperó  la decisión final de los jueces: carcelería, que dicho sea de paso la esperaba. ¿Podría en esta oportunidad pretender darse a la fuga - como sostiene la Sala Penal- cuando en todo Cajamarca se sabe que es bolo puesto en sus aspiraciones de volver a ser elegido como presidente regional?

Las verdaderas intenciones de la derecha bruta y achorada y sus alfiles  fluyen de las declaraciones del presidente de la Confiep, que a las 24 horas de la detención de Santos, a sabiendas que su carcelería no es igual a la de un sentenciado, sin embargo, hablando a todos los vientos sostenía temerariamente que la oposición de Santos al proyecto Conga era "una especie de careta mientras distraía a la población para robar dinero y recibir coimas". Si formalmente la detención de Goyo es para investigarlo,  no obstante para la derecha ya es un condenado...¿Y que dijo el presidente Ollanta, que le debe a Santos su alta votación en Cajamarca?  Que su gobierno no cejará de luchar "para que los ladrones y corruptos sean juzgados", también lo sentenció.

Si no cambian drásticamente las reglas de juego electorales, como algunos comienzan a deslizar, Gregorio Santos seguirá en la pelea por su reelección como presidente regional. Las denuncias en su contra, la propia carcelería  que sufre, a mi entender no debilitarán su candidatura, al contrario la fortalecerán como también consolidarán su liderazgo. Santos, a diferencia de otros dirigentes con pies de barro - llámense robacables, robaoro o comepollo, para citar algunos casos- no es un líder que ha surgido de la noche a la mañana como producto ideal de una sostenida como millonaria campaña de marketing. Goyo es un líder nato, ha surgido desde abajo, como deben surgir los verdaderos líderes y lleva años en la pomada política-partidaria. Es difícil por ello que se lo puedan traer abajo, el propio proceso de investigación será una catapulta para sus aspiraciones electorales. Ya sus bases están en movimiento.

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