sábado, 1 de marzo de 2014

LLORARÁS, LLORARÁS...


La señora Nadine nuevamente está en el ojo de la tormenta. Su papel protagónico en el forzamiento de la renuncia del ex premier Villanueva - confirmado por él mismo en declaraciones a un diario local- le han merecido críticas de todo tipo, incluyendo las del patriarca Humala quien no ha tenido miramientos en calificarla como una "loca de atar".

El blindaje de la primera dama, ensayado por la bancada ollantista es a todas luces pobre, muy pobre, como deleznable es el comportamiento congresal de ese grupete que solamente ha llegado al parlamento a buscar la suya.

Tiempos grises sin duda para la democracia burguesa, erosionada desde adentro por quienes en el papel deben salvaguardarla. Aunque lo diga a medias, a eso se refiere sin duda el ex premier Villanueva cuando habla de la necesidad del fortalecimiento de la "institucionalidad", quebrantada por la troika que dirige palacio como si fuera su chacra; conducta manifiesta en la forma como le tendieron la cama al ahora ex premier, pero que se expresa también en el ninguneo de las reivindicaciones gremiales, regionales, sectoriales...

Ayer mismo, el presidente de la región Ancash - actualmente en paro de 24 horas- denunció en un programa de televisión al ministro de economía de "mecerlos" con sus ofrecimientos y plazos que nunca cumple; e incluso de querer sorprenderlos - en presencia del propio presidente Ollanta- con supuestas prohibiciones - para construcciones de obras de agua y desagüe- que legalmente no existen.

"En esa reunión con todos los presidentes regionales el señor Castilla fue desmentido por el premier Villanueva, que con la ley en la mano demostró a los asistentes que el señor Castilla mentía", dijo el presidente ancashino ante un sorprendido Álvarez Rodrich.

Ancash está en paro, como lo ha estado y volverá a estarlo el Cusco, mientras Arequipa, Cajamarca y otras regiones calientan motores para ir a la lucha en defensa de sus intereses. Es la cosecha de la troika: las masas se preparan para imponer su propia democracia, la de la calle, a la plebeya.

A ello se ha referido el también ex premier Lerner, al decir que la troika, hoy eufórica - ¿vieron el ¡yeah! de la señora Nadine en la juramentación de los nuevos ministros?- por haberse sacado de encima al señor Villanueva- llorará mañana cuando el pueblo le de definitivamente las espaldas.

Como suele cantar el salsero Oscar de León: llorarás, llorarás...

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