Foto: Perú21
La
Comisión de Justicia del Congreso de la República,demostrando que de
justa solo tiene el nombre, acaba de añadir una raya más al tigre
devaluado en que se ha convertido dicha instancia de poder. Dándole la
espaldas al pueblo ha ratificado a la señora Chávez en el cargo de
coordinadora de una subcomisión de trabajo sobre derechos humanos,
pasando por alto la hoja de vida de dicha congresista, que no la hacen precisamente la más idónea para dicha responsabilidad.
La decisión, adoptada ayer por mayoría (7 votos a favor, 3 en contra y una abstención) no le hace ningún favor ni al Congreso ni a la democracia burguesa de la que se supone es su columna vertebral. Muy por en contrario abona a favor de la democracia de las calles, a la plebeya, donde las multitudes son capaces hasta de traerse abajo a dictaduras de ladrones y asesinos como lo fue el fujimontesinismo en los años 90. ¿Lo han olvidado acaso?
Estimo por ello que esos congresistas, los que eligieron a la señora Chávez como coordinadora -incluyendo al señor Benítez que hoy pretende pasar piola- y los que ayer la ratificaron en el cargo, están jugando con fuego; no solamente porque hay mucha leña seca amontonada por la insatisfacción de las promesas incumplidas sino porque además la verdad, en el Perú, siempre ha sido subversiva y ésta, hoy por hoy, está en manos de quienes se han alzado en contra de la elección de la señora Chávez.
La decisión, adoptada ayer por mayoría (7 votos a favor, 3 en contra y una abstención) no le hace ningún favor ni al Congreso ni a la democracia burguesa de la que se supone es su columna vertebral. Muy por en contrario abona a favor de la democracia de las calles, a la plebeya, donde las multitudes son capaces hasta de traerse abajo a dictaduras de ladrones y asesinos como lo fue el fujimontesinismo en los años 90. ¿Lo han olvidado acaso?
Estimo por ello que esos congresistas, los que eligieron a la señora Chávez como coordinadora -incluyendo al señor Benítez que hoy pretende pasar piola- y los que ayer la ratificaron en el cargo, están jugando con fuego; no solamente porque hay mucha leña seca amontonada por la insatisfacción de las promesas incumplidas sino porque además la verdad, en el Perú, siempre ha sido subversiva y ésta, hoy por hoy, está en manos de quienes se han alzado en contra de la elección de la señora Chávez.
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