miércoles, 17 de julio de 2013

LA INDIGNACIÓN CIUDADANA SE JUSTIFICA


Lo ocurrido hoy en el congreso de la República ratifica lo que es una constante en la historia republicana: a la burguesía peruana y sus partidos no les interesa la democracia, siempre la emputecen para servirse mejor de ella. El Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo, en cualquier democracia desarrollada constituyen la garantía del respeto escrupuloso de la normatividad democrática, y sus miembros o el defensor mismo suelen concentrar calidades profesionales, humanas y éticas que los convierten de facto en los ciudadados idóneos para asumir tan delicadas responsabilidades. 

En el Perú, lo estamos viendo, dichas instituciones han terminado, por obra de los congresistas de turno - salvo honrosas excepciones- en furgones de cola del poder establecido, de las mafias partidarias antidemocráticas, y de las costras prebendistas de todo tipo, cuyos representantes son, a partir de ahora, los impresentables e indecentes elegidos tras la repartija por todos conocida.

La indignación de la ciudadanía se justifica....

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