domingo, 21 de julio de 2013

HABLAN LAS CALLES

Cuando el editor Milla Batres, en medio de la crisis de los 80, -apelando al Zavalita de Conversación en la catedral- les preguntó a un grupo de intelectuales ¿cuándo se jodió el Perú?, la mayoría de ellos respondió que la primera gran joda se había dado con la conquista española, pero que después de 1821 se habían producido otras grandes jodas de las que ya no teníamos que responsabilizar a los hispanos. 

Hoy estamos frente a una de esas graves situaciones: el congreso del país le ha mostrado al mundo su verdadera catadura política y moral, al hacer flecos la institucionalidad democrática de la que se suponía era su más caro defensor. La defensa de la democracia, una vez más, está ahora en las manos del pueblo que en 1977, con el histórico paro nacional del 19 de julio, le mostró el camino de los cuarteles a los militares, o que en los 90 le paró los machos a la dictadura fujimontesinista. Las calles y plazas de costa, sierra y selva han comenzado a hablar repudiando la grosería parlamentaria. 

Pero cuidado con los cantos de sirena de los ollantas, las keikos y los panzones maléficos que públicamente comienzan a lavarse las manos de la trapacería cometida, cuando todos sabemos que tras bambalinas fueron los autores intelectuales de la puñalada congresal. ¡A defender el camino independiente del pueblo!

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