lunes, 25 de febrero de 2013

¡NO HAY CIUDAD SIN POESÍA!

 Foto de Elbita Vásquez Vargas

Desde Trujillo. Lo acabo de leer en una de las paredes de esta acogedora ciudad: ¡No hay ciudad sin poesía! Me pregunto ¿Los que quieren expectorar a la señora Villarán del municipio limeño entenderán la fuerza de ese mensaje? Pienso que no . Sus cabecitas están preñadas de cemento y ladrillo, de fierro y concreto, por eso exigen aquí y allá: ¡obras! ¡obras! ¡obras! 

Nadie que esté en su sano juicio puede ignorar la importancia que para una ciudad como Lima tienen las pistas,las grandes avenidas, los pasos a desnivel, los tréboles...Pero no puede soslayarse que en los tiempos actuales, desde una perspectiva moderna, la democracia tiene también una connotación cultural, artística, creativa y recreativa. 

Constreñir la gestión de un municipio a las obras monumentales, muchas de ellas faraónicas, revela un anclaje en el pasado. Por eso es que durante el ochenio odriista (1948-1956) el dictador y sus compinches decían que la democracia no se come o exclamaban: ¡hechos, no palabras! Los revocadores se mueven con esa lógica. 

En este tramo final de la campaña por el ¡No!, donde la señora Villarán comienza a exponer los resultados concretos, materiales, de su gestión, no debe pasarse por alto ese deslinde con quienes están demostrando cuan encementados están sus raciocinios y sus espíritus...

No hay comentarios:

Publicar un comentario