domingo, 31 de julio de 2011


EN EL RINCÓN
DE LAS ÁNIMAS

Se fue hace 5 años para no volver más, sin ruidos ni estridencias, tal y como había vivido en Lima desde 1939 en que por primera vez pisó la capital, empujado por las estrecheces de sus pagos cajamarquinos. Me refiero a mi padre, Sebastián Mosquera Pérez, “el cholo Mosquera” como se le conocía familiarmente y que desde el rincón de las ánimas, como los buenos, sigue presente en nuestra memoria por esa ética de vida por la que discurrieron sus 88 años de presencia en estos trigales y viñedos del señor.

Al pie de sus restos me permití decir que se había ido un triunfador, como triunfadores son los millones de provincianos que a lo largo de décadas, no sin pocos contrasuelazos, se hicieron primero de un espacio en la aristocrática Lima, para después, desde adentro, tomarla por asalto y desbordarla con sus cantos y colores, fragancias y sabores. ¡Bingo! dijeron y retomaron en pleno siglo XX los predios que Taulichusco, en 1535, había tenido que ceder.

Mi padre fue un protagonista de esa gesta que para las mentalidades virreinalmente frívolas ha convertido a Lima en un mundo al revés, en una Babel sin futuro; pero que desde otra perspectiva, la democratizó y modernizó, a puro punche y ponche… sin los cuales no puede explicarse la ciudad de nuestros días.

Así te recuerdo Pacho…¡salud por ello!

1 comentario:

  1. Son cinco años, pero pareciesen muchos mas!!
    Cinco años sin tus consejos y conversas.
    Cinco años sin tomarnos un vinito en tu mesa.
    Pachito todos te extrañamos mucho!!

    Solo me reconforta saber que desde el cielo nos miras y cuidas.

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