¡SUSANA...
PONTE LAS PILAS!

La derecha en el Perú nunca ha querido entender, ni entenderá, qué es realmente la democracia, y cuál es la importancia de los procesos electorales y el respeto escrupuloso de sus resultados para su fortalecimiento; dicho esto, puntualicemos, desde una perspectiva estrictamente democrática-burguesa que se supone es el marco en el que esa derecha se desenvuelve. Las recientes elecciones municipales están demostrando la certeza de lo que acabamos de afirmar. Esa derecha y nadie más que esa derecha fue la que ensució la lid electoral, para traerse abajo las posibilidades electorales de doña Susana Villarán, utilizando para sus fines todos los mecanismos, mediáticos o no que están a su disposición, incluyendo al propio Presidente García, que a pesar de prohibírselo la ley, en más de una oportunidad y hasta el último momento hizo saber que su candidata era la doctora Lourdes Flores.

Con los resultados electorales adversos, esa derecha no cesa de maquinar, hoy - ¡no hay que ser ingenuos! - trabajando para hacer ganar, a como de lugar, a la doctora Flores. El fraude está en marcha. ¿Se quiere sacar de carrera a la presunta ganadora Susana Villarán? se preguntaba ayer el director de Diario 16. La respuesta estaba en las propias páginas del matutino: la demora en el cómputo, el extravío de más de 500 actas, las denuncias de no correspondencia entre el número de votos computados en mesa y los digitalmente registrados, la propias declaraciones de la doctora Flores asegurando que "tiene las razones" para afirmar que era la ganadora, son situaciones más que suficientes para sospechar que le quieren arrebatar el triunfo a la señora Villarán; con mayor razón ahora, que se sabe por los diarios, que los jueces que tendrán a su cargo la revisión de las más de 8 mil actas observadas no se caracterizan por su idoneidad, varias veces puestas en cuestión.

Por eso es que el grito ¡Ponte las pilas Susana!, que viene de la calle, de los miles de miles de electores que confian en la virtual Alcaldesa de Lima, va dirigido a combatir la ingenuidad de pensar que para defender el voto popular sólo es necesario el rol activo de los personeros. La historia demuestra hasta el hartazgo que son las multitudes las que finalmente han democratizado, desde abajo, esta sociedad. Lo pueden afirmar los memoriosos populistas que en el año 1956 impusieron la candidatura de Belaúnde Terry cuando la derecha y su jurado electoral se negaban a inscribirlo como candidato; o también pueden confirmarlo quienes fueron protagonistas de la gesta antidictorial que se trajo abajo al régimen fujimorista.

Nadie está planteando acciones anárquicas ni violentas. Las masas organizadas tienen sus propios mecanismos de autocontrol y disciplina; lo que proponemos es que los electores se pongan en acción, a la manera - para señalar un ejemplo- del movimiento "Ciudadanos de segunda categoría" que desde ayer con cartelones y arengas alusivas al momento político que vive Lima, están denunciando en calles y plazas el fraude en marcha. Los plantones, las vigilias, las lavadas de bandera, por señalar otros casos, han demostrado en más de una oportunidad su eficacia, con mayor razón los mítines de denuncia, de protesta, de pedagogía política plena.

Finalmente, recordemos que estamos asistiendo a una gran confrontación política. La derecha, incluyendo el alanismo, tiene el ojo inyectado de sangre, los resultados electorales, a nivel nacional, no les han sido favorables y están dispuestos a no perder la principal plaza política que es Lima. Por ello afirmamos que es la hora también de la unidad de todas las fuerzas políticas y sectores sociales que a nivel nacional apuestan por la afirmación de la democracia en el Perú, que en la hora actual pasa por el respeto del voto ciudadano. El movimiento de doña Susana tiene aquí una excelente oportunidad de ponerse los pantalones largos, hay que tender puentes y abrir cauces de entendimiento y coincidencia política con todas esas fuerzas.