domingo, 19 de septiembre de 2010

LA CANDIDATA
DE LA ESPERANZA




La victoria electoral de Susana Villarán en las próximas elecciones municipales parece tan cierta como que 2 más 2 son cuatro. El debate entre ella y la doctora Lourdes Flores, si se realiza, no alteraría, según los entendidos, la marcha triunfal de la Villarán hacia el sillón municipal, cuya candidatura ha logrado calar en todos los sectores de los votantes limeños porque se ha convertido en la candidata de la esperanza.

Lo dije en un envío anterior. En un contexto donde sólo ha primado el raciocinio de la derecha ultraliberal, a nivel gubernamental y municipal, la candidatura de doña Susana ha oxigenado el ambiente político al demostrar que es posible levantar alternativas diferentes aunque éstas no sean necesariamente contrarias al orden democrático burgués vigente en el país. Porque esto es lo que debe quedar en claro: hay sectores sociales, incluyendo los empresariales, que estarían entendiendo que el país no puede manejarse con criterios tan excluyentes y autoritarios como los que exhiben nuestras autoridades, que en el ámbito municipal se expresa patéticamente en lo que hace y no hace en Lima el alcalde Castañeda Lossio.

Es decir que a su entender, ese otro manejo, en este caso expresado en la candidatura de la señora Villarán, no rompe la lógica democrática burguesa, más bien lo adecenta, de ahí su apoyo sin caretas; lo que no ocurre con quien vendría a ser su candidata natural, la doctora Flores, comprometida por angas o mangas con el cuestionado fundamentalismo neoliberal, con acusaciones, además, de prácticas nada éticas insuficientemente esclarecidas.

De otro lado, la candidatura de la señora Villarán, a estas alturas del proceso electoral, es también una esperanza para otros sectores sociales, en particular para los pobres de la capital que aspiran a un trato digno y democrático a sus necesidades de educación, salud, seguridad, transportes; lejos por tanto de todo manejo exclusivamente crematístico y prepotente, como sucede hoy en la relación del Municipio con la vecindad limeña.

Esa esperanza, finalmente, también puede ser vista desde las expectativas de las organizaciones políticas, de izquierda o no, que sostienen la candidatura de la Villarán. Sin soslayar los muchos aspectos voluntaristas y espontáneos de esa propuesta, hay que reconocer que desde los tiempos de Barrantes Lingán dichas organizaciones no habían estado tan bien posicionadas como ahora. Nada está escrito sin embargo sobre su futuro. Todo dependerá como encaren sus responsabilidades desde el presente hacia más adelante.

1 comentario:

  1. La verdad que el día de las elecciones todo puede cambiar para mejor o para peor.

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