El viejo Lenin decía que a los politicos no hay
que mirarle los labios; recomendaba observar sus manos, sus hechos, su
práctica concreta, Traigo a colación esta idea-fuerza al leer lo que
tras bambalinas acaba de escribir la señora Fujimori: “Estoy muy feliz
por la llegada de su Santidad el Papa Francisco, una persona con tanta
sencillez y calidad humana. Unamos nuestras voluntades para recibirlo
como él se lo merece. Que su llegada al Perú sea motivo de alegría y paz
para todos nosotros”. Bien sabemos que
la práctica política de la escribiente va en sentido contrario a lo que
el Papa predica con su ejemplo. Tan divorciada está la señora de esos
valores que en los últimos tiempos, con el único afán de obtener réditos
políticos para sus propósitos personales, no ha tenido empacho alguno
en cobijarse bajo las alas del llamado Movimiento Misionero Mundial,
cuyo máximo exponente, Rodolfo Gonzáles, está siendo investigado por el
Ministerio Público. ¿Qué cargos existen contra este supuesto pastor
evangélico? Pues el andar instigando masivamente a darle muerte a los
ateos, homosexuales y miembros de la comunidad LGTB, cuyos derechos han
sido también negados por la bancada congresal de ganapanes sinseso a
los que la señora tititiretea. Gonzáles, en la foto, está bendiciendo a
quien muy oportunistamente por cierto comienza colgarse del hábito de
Francisco.
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