En los recuerdos en torno al golpe del 92, al cargarle- con razón- los
dados a la dupla Fujimori-Montesinos, se soslaya la responsabilidad de
otros dos grandes protagonistas de ese suceso luctuoso: los militares y
la burguesía nativa. Los primeros, no solamente porque pusieron sus
armas al servicio del quebrantamiento del Estado de Derecho, sino porque
además fueron - en la mochila llevaban el plan golpista- los que
señalaron las coordenadas del mismo. En cuanto a los grandes
empresarios locales, éstos demostraron, por enésima vez, que con tal de
ensanchar sus arcas les interesa un carajo que sea en democracia o en
dictadura. Recuérdese: la gran burguesía y sus operadores políticos
apoyaron a muerte a Vargas Llosa en las elecciones del 90. Después de la
victoria de Fujimori, más aún, después del golpe, no dijeron esta boca
es mía en defensa de la democracia; muy por el contrario, se alinearon
rápidamente tras la dictadura y la blindaron hasta el final, tal y
conforme lo hicieron las transnacionales y los organismos
internacionales. Está escrito...
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