domingo, 17 de enero de 2016

LA CANDIDATA DE LA DECENCIA


Me preguntaron por las razones que sustentan mi adhesión a la candidatura de la congresista Verónika Mendoza. Te respondo en una palabra, le dije a mi interlocutor. Es la candidata de la decencia. Donde los candidatos, especialmente los punteros merecerían estar en la cárcel, en el banquillo de los acusados, o sometidos a la pesquisas del Ministerio Público, Verónika Mendoza marca la diferencia. No hay prontuarios de por medio ni olor a cárcel. Encontramos sí honestidad, rectitud, transparencia, consecuencia...

Lo que ocurre es que en el país la ética es lo que menos importa. La política anda divorciada de ella hace bastante tiempo. Y muchos piensan que hablar de ética es hablar de universidad, pensando que es aquí donde se la asimila..

La ética, los valores que deben guiar el desempeño de los ciudadanos, estén donde estén, se aprende en casa. Incluso, no hay necesidad de ser ser alfabetos o aculturados por el raciocinio occidental para abrazar principios y modelos de vida. El mundo andino y el amazónico son pródigos en ello.

Separemos pues la paja del grano. Que las inquietudes por el qué hacer en la economía, importante sin duda, no nos impida reencontrarnnos con las virtudes éticas que deben alumbrar todo ejercicio político, incluyendo el manejo económico. Los candidatos de la derecha llevan encima la hediondez de la corrupción justamente por haber borrado de su léxico la palabra ética.


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