sábado, 2 de febrero de 2013

CONFLUENCIA POPULAR (La Libertad) y la UNIDAD DE LA IZQUIERDA


FORJEMOS LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA Y EL PUEBLO CON EL PROTAGONISMO DEMOCRÁTICO DE LAS BASES

La unidad de la izquierda peruana es una necesidad,  ahora más que nunca. Sobre esto se ha escrito y argumentado tanto que  lo sorprendente es que una propuesta tan consensuada no haya pasado, en casi veinte años, del simple enunciado  o de algunos intentos tímidos e  infructuosos. Pero ahora, que a la reiterada frustración por la persistente división y dispersión de la izquierda, se suma el desengaño popular respecto de otro falso representante del pueblo, la concreción de la unidad se torna impostergable. Más aún, en la única forma en que las mayorías del Perú puedan contar con una representación política alternativa,  no sólo para el momento, sino para las décadas subsiguientes. Un nuevo fracaso unitario implicaría tanto el agotamiento definitivo de las actuales dirigencias  izquierdistas, como el acaparamiento derechista del escenario político por un período largo e indeterminado.

El Movimiento Político Regional CONFLUENCIA POPULAR La Libertad,  nacido como expresión democrática de bases a partir de los ENCUENTROS POR LA UNIDAD DEL PUEBLO iniciados hace dos años en la ciudad de Trujillo,  saluda con entusiasmo este esfuerzo unitario de FUERZA CIUDADANA. Nos anima el Socialismo Peruano como ideario, y  la unidad de la izquierda y del pueblo como meta organizativa, por ello este como cualquier otro esfuerzo en la misma dirección, es también un compromiso nuestro, ajeno a cualquier cálculo o interés político subalterno.

Consideramos que el punto de partida  es corregir los errores del pasado y dotar al proyecto unitario de contenido social , de fuerza orgánica cimentada en las bases. Justamente, la experiencia ha demostrado hasta la saciedad que, cuando estas iniciativas no pasan de coordinaciones  en las alturas, devienen irrealizables. La coalición de la izquierda debiera ser concebida, entonces,  no sólo como una alianza de direcciones partidarias, ya sean

nacionales o regionales,  sino principalmente como un movimiento político que busque restablecer los vínculos perdidos entre las direcciones partidarias y el pueblo  independiente que anhela un país diferente, entre los partidos y  las organizaciones y movimientos populares y el amplio contingente de activistas y simpatizantes de una izquierda unitaria, que en el Perú son un verdadero ejercito.

Ser consecuentes con esta aspiración conlleva a varios desprendimientos particulares. En primer lugar, descartar de plano una de las más nocivas ideas: que el frente unitario debe ser un “partido ampliado”, o la suma de dos o tres “partidos ampliados”, para  propiciar el protagonismo democrático de las bases. La izquierda peruana, de esta manera plebiscitaria y de cara a las masas, puede empezar a salir de la marginalidad que hoy le caracteriza, e institucionalizarse de una vez por todas como un poderoso movimiento político que con sus propuestas alternativas, sea capaz de atraer  al amplio espectro social y político que va desde el centro-izquierda hasta la izquierda.

En lo organizativo esta propuesta conlleva a trabajar una  coalición  que, sin perjuicio de la necesaria presencia de los partidos o colectivos existentes, ni de los necesarios acuerdos programáticos básicos,   movilice al amplio contingente de militantes, partidarizados o no, a los  simpatizantes, activistas y al pueblo izquierdista y progresista en general, bajo el principio de un militante un voto. Que coloque a la cabeza de  la dirección a dirigentes nuevos, viejos o jóvenes, con partido o sin partido, pero que expresen la voluntad de renovación y de rompimiento con el pernicioso hegemonismo del pasado. Finalmente que, para cuando sea necesario,  se elija  un candidato unitario, de preferencia externo a la órbita de los partidos, y que la elección de todos los candidatos deje se lado el tradicional “cupo” partidario para que sea resultado de la movilización y la expresión democrática de todos los militantes del frente.

Deseamos el mejor de los éxitos a este evento de FUERZA CIUDADANA y abrigamos expectativas porque signifique un paso importante en la realización de la unidad, la misma que para quienes conformamos el Movimiento Político Regional CONFLUENCIA POPULAR-La Libertad, requiere tanto de la amplitud de miras, de la capacidad de autocrítica y de desprendimiento de las actuales dirigencias, así como de su amplitud de convocatoria y de su necesaria naturaleza democrática, plebiscitaria y de masas.

POR LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA Y EL PUEBLO PERUANO

Trujillo, enero del 2013
Comité Directivo Regional de Confluencia Popular

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