DEL CAN CAN
AL MOULIN ROUGE
Fausto Triana
El Moulin Rouge acaba de cumplir 120 años de existencia y, si fuese un simple molino rojo tal vez en otro lugar del mundo, el aniversario pasaría inadvertido. Pero se trata del paraíso del cancán, de la vida díscola y del cabaret más emblemático de París. Adquirió especial notoriedad con la película del australiano Baz Luhrmann y el protagonismo de Nicole Kidman, con un reparto de actores de lujo, música excepcional y un tono de comedia dulzona que agrada a todos.
Sin embargo, ya el cine le había hecho otro inmenso favor al Moulin Rouge en abril de 1955 cuando el director Jean Renoir, célebre cineasta francés, hijo del pintor Pierre-Auguste Renoir, filmó French cancán.
El séptimo arte reconocía desde entonces a tres figuras ilustres, la mexicana María Félix y los galos Jean Gabin y el maestro Renoir. El cancán adquiría dotes de baile folclórico en lugar de provocativo y vulgar como llegó a calificarse."El cancán y el Moulin Rouge tienen firmado un pacto invisible de amor eterno. La película de Renoir le quitó a este tipo de danza sus aires fogosos y el sello del baile de patadas altas quedó para siempre", explica Antoine, uno de los guías del centro nocturno.
De hecho el cancán (vocablo que significa escándalo en francés) llegó a los salones de bailes de la clase obrera del barrio parisino de Montparnasse alrededor de 1830, aunque tenía la marca de danza recreativa durante las protestas de los trabajadores.
Desde entonces guardaba aires femeninos, con las mujeres en medio de las marchas populares y huelgas amenizando los ratos libres con el cancán o chahut, otra palabra gala que se traduce como ruido o alboroto.
La relación con el Moulin Rouge se hizo evidente poco después de la fundación del sitio el 6 de octubre de 1889, primero como salón de bailes que hizo alianza estrecha con el cancán.
El famoso compositor Jacques Offenbach es el autor de la pieza más conocida, el galop infernal de Orfeo en los Infiernos (1858). También es muy conocida La viuda alegre de Franz Lehár (1905). Después vino el musical Cancán (1954) de Cole Porter.
Noches de rojo
Las Jornadas de Patrimonio europeo permiten hurgar en secretos y escondrijos del sitio por excelencia del pintor Henri-Toulouse Lautrec, alma de Montmartre que dio relevancia a la vida alegre de París y los entonces placeres prohibidos.
El Moulin Rouge está en Pigalle, la zona roja parisina de corte erótica y salpicada por la pornografía al pie de Montmartre. Sin embargo, el cabaret ubicado en el boulevard de Clichy parece el templo divino de la tolerancia en una urbe bastante desenfadada.
Por allí pasaron grandes de todos los tiempos y con mucho orgullo se menciona a un cuarteto de ídolos franceses: Edith Piaff, Maurice Chevalier, Bourvil y Charles Aznavour, a quienes se sumarían Liza Minelli, Elton John y Frank Sinatra.
El "foyer" muestra los primeros rojos fulgurantes de alfombras y paredes, adornadas por cuadros, casi todos de Lautrec, aunque acompañados de otros de Picasso y Van Gogh. Bellos escaparates de vidrio enseñan pequeños tesoros y souvenirs.
"Cada noche vendemos el 97 por ciento de las entradas, con un promedio de 600 mil visitantes por año, que casi siempre abarrotan las 850 butacas del cabaret", recuerda Antoine.
Los camerinos permiten descubrir pequeñas intimidades de 60 bailarinas que tienen escritos sus nombres (de 14 nacionalidades por lo general) entre plumas, lentejuelas y una verdadera legión de zapatos puntiagudos."Hay tres condiciones para ser una chica del Moulin Rouge: el físico (estatura promedio de 1,73 metros), dominio de la danza clásica y la adaptación al rigor del espectáculo, que exige gran resistencia física", comenta la fuente.
El show por lo general dura de cuatro a cinco años (como el actual Féerie, a un costo de ocho millones de euros), el mismo tiempo que permanecen contratados bailarines y animadores, que luego cambian con un proceso de selección de casting internacional.
Participan 60 Doris Girls y 20 Doris Dancers, nombre de las bailarinas en honor a la fundadora de la compañía de danza, la alemana Doris Haug, que se dividen en dos categorías de espectáculos cada noche.Vestidas de domadoras o de gatas, las atractivas vedettes son el hilo conductor de las veladas que cuentan con un ventrílocuo que hace hablar al público, una bailarina que comparte acuario con una serpiente pitón y seis caballos Ponis.
Joseph Oller y Charles Zidler fueron los creadores del lugar en 1889. Sufrió transformaciones que al final redundaron en beneficio del emporio lúdico parisino a partir de 1958.Entre tantos capítulos históricos, a los ya mencionados se añaden estrellas como Ray Charles, Dean Martin, Ella Fitzgerald, Gipsy Kings, Jerry Lewis, Ginger Rogers, Yves Montand y Juliette Binoche, además de los intercambios con el Carnaval de Río de Janeiro.
En diciembre de 1986, el célebre bailarín estadounidense de origen ruso Mijail Baryshnikov puso en la escena del Moulin Rouge un ballet original del también muy reputado coreógrafo franco-belga Maurice Bejart.
Las 240 mil botellas de champagne que se consumen al año en el Moulin Rouge y sus tres menús exclusivos a precios exorbitantes, señalan inequívocamente que su nombre está reservado para visitas furtivas o bolsillos adinerados.
Prensa Latina
No hay comentarios:
Publicar un comentario