jueves, 22 de octubre de 2009

CHINOS
DE RISA




El Cardenal José Luis Cipriani y el Ministro Rafael Rey, militantes del Opus Dei, una de las entidades más intolerantes del mundo católico, están chinos de risa. La decisión del Tribunal Constitucional de dejar sin efecto la distribución gratuita, por el Ministerio de Salud, de la llamada píldora del día siguiente ( bajo el supuesto de ser abortiva), le cae como anillo al dedo a su prédica antiaborto, luego de haber sufrido un revés en la Comisión multisectorial del Congreso de la República, que como sabemos, decidió el pasado martes 20 de octubre, insistir en su proyecto de despenalizar el aborto por violación y malformaciones del feto.

Sin embargo, ambos personajes no deben cantar victoria, la última palabra no está dada, y así como van las cosas en el tratamiento público del tema del aborto, existen posibilidades de que el desenlace de la controversia se produzca no en los ambientes grises del TC o del Congreso, si no en las calles y plazas del país. La chispa que puede incendiar la pradera está encendida, la vimos el pasado martes 20 en los alrededores de la plaza del Congreso, donde defensoras de una y otra posición no tuvieron reparos en agarrarse a palazos.

Y hay leña para ello. El acuerdo del TC, por ejemplo, es controvertido. Porque para ordenar el cese de la distribución de la píldora del día siguiente se ha basado en pronunciamientos de entidades que desde un punto de vista especializado muy poco tienen que ver en el tema, dado su fuerte ideologización religiosa. En este sentido, contraponer la visión de los médicos católicos, opuestos desde el inicio a todo aquello que se oponga a sus verdades reveladas, o de entidades de nombres pomposos, supuestos defensoras de la unidad familiar y de la vida, oponer estos juicios decíamos, a los pronunciamientos de la Organización Panamericana de la Salud ( Oficina de la Organización Mundial de la Salud), Colegio Médico del Perú, Demus, Innpares o Promsex (entidades especializadas), que coinciden en señalar que la píldora del día siguiente no tiene nada de abortiva, resulta realmente provocador.
Además dicha decisión, a todas luces es discriminatoria, porque por un lado prohibe a las entidades de salud del estado a distribuir gratuitamente la píldora, por la sospecha de ser abortiva, afectando a las mujeres de escasos recursos económicas, que se beneficiaban hasta ahora de esa política; pero de otro lado autoriza a los laboratorios particulares a distribuir el producto, solo con una salvedad: que en la posología se indique que la píldora podría ser abortiva. En la práctica, sanciona la existencia de dos ciudadanías, a la una la excluye de los beneficios del medicamento, a la otra, merced a su capacidad de compra, la autoriza a hacer uso de la misma.
En la práctica, aunque los magistrados del TC lo nieguen, la presión de los sectores más conservadores y reaccionarios de la Iglesia Católica, y de nuestra sociedad, liderados justamente por el Cardenal Cipriani y el Ministro Rey, -léanse sus encendidas declaraciones y pronunciamientos sobre el tema- han logrado sus efectos, aunque el costo social para las mujeres que aspiran a regular su derecho a la maternidad sea bastante alto; como también ahondará ese gran problema de salud pública que lo constituye el aborto clandestino con todas sus secuelas de muerte y destrucción.

Lea la resolución del Tribunal Constitucional:


http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2009/02005-2009-AA.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario