DE CULOS Y TETAS

Es disonante, pero hay que decirlo con todas sus letras: se le están reventando muchos cuetes a la pareja presidencial por la denegatoria al indulto del caco y asesino.

Ellos han hecho lo que todo régimen burgués, constructor de un nuevo piso al neoliberalismo en el Perú, hubiera hecho, en salvaguarda justamente de los intereses de ese gran capital, nativo y extranjero.

Es que como suelen decir los jóvenes, Fujimori ya fue, hoy es un lastre, sólo la derecha bruta y achorada  es capaz de defenderlo; al resto del gran capital, pragmático hasta el tuétano, interesado por tanto únicamente en seguir acrecentando sus arcas, le interesa ahora un rábano lo que pueda sucederle a quien encabezó, junto con Montesinos, el régimen más corrupto de la historia republicana.

¿Tiene dudas sobre esta última afirmación?  Les recuerdo que ya está en circulación el libro Historia de la corrupción en el Perú, del desaparecido Alfonso Quiroz; bastará que lean el capítulo 7, Conspiraciones  corruptas, 1990-2000, para que terminen dándome la razón.

A ese gran capital le interesa ahora depredar el mar y punto; o arrasar con los andes y la amazonia en busca de oro, petróleo, gas, madera, y punto; o mantener privilegios o gollerías en otras áreas explotativas o de servicios y punto; o mandar al diablo, como lo viene haciendo con el concurso de palacio, la consulta previa a los pueblos indígenas y punto…

No nos engañemos. Los desayunos en palacio, con lo que otrora se llamaban las “fuerzas vivas” del país no son casuales, como tampoco lo es que en ocasión de la explicación de lo que se viene desde el tribunal de La Haya sólo se hayan invitados a los representantes de esas “fuerzas vivas”. Las representaciones reales, populares, gremiales, sociales, políticas o culturales, no están en el horizonte de la pareja presidencial, por eso no las tomaron en cuenta. 

 A la propia alcaldesa de Lima la chotearon. ¿Se puede hablar así de unidad nacional?

¿Y qué hay para el populorum? Pues para eso están los goles de Pizarro, o el señuelo de la popular señito que dizque quiere llegar a palacio de gobierno y que ya se va ganando buenos espacios en los medios de comunicación. Total, como lo escribe y describe Vargas Llosa en La civilización del espectáculo, en política estamos viviendo la hora de los culos y las tetas…