Don Guillermo Giacosa, reconocido periodista
argentino, de trajín largo en el Perú, acaba de decir que la señora
Villarán, alcaldesa de Lima, ya ingresó a la historia. Comparto dicha
opinión. Soy consciente de los errores cometidos por la administración
municipal - sólo los que no hace nada no cometen errores- pero es
innegable que en la lucha en torno a la revocatoria por primera vez, de
una manera abierta y directa se
enfrentan la democracia y la antidemocracia. Algo más: por primera vez,
la ética encarnada en principios, valores, decencia, dignidad... ocupan
el espacio de debate que nunca debió perder.
Le debemos a la señora
Susana haber llevado la confrontación a ese nivel - el tema de la compra
de casas por los presidentes es una derivación de ese debate- abriendo
cancha para que se transparente el quehacer político. La antidemocracia,
simbolizada en las figuras y figurones, nucleadas formalmente en torno a
Marco Tulio, tienen poco que ofrecer en ese terreno.
En los últimos 20
años, la antidemocracia ultraderechista se ha nutrido justamente de
todas las trangresiones de los principios y valores que dicen defender y
en ese emputecimiento institucional y político se ha llevado de
encuentro la ética, sepultada una y otra vez por todos los cacos,
asesinos y mercachifles, civiles y militares, con corbata o sin corbata,
con grados y títulos o sin ellos, que se auparon al poder...
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