Por razones conocidas el
congresista Javier Diez Canseco (JDC) no acompañará físicamente a doña
Susana Villarán en el tramo final de la contienda por el ¡No a la
revocatoria de la alcaldesa de Lima! Lo trascendente, sin embargo, de
esta ausencia obligada que formalmente debilitaría la cruzada, es que
ante el anuncio de ella, se han alzado diez, cien, mil...voces y brazos
que en una auténtica demostración de
solidaridad con JDC se han sumado abiertamente a la pelea por la
democracia, la decencia y la dignidad de los ciudadanos limeños.
La
desazón y contrariedad por la no presencia del líder se ha transformado
en fortaleza que apuntala lo que se está convirtiendo en una campaña
política en toda la línea, donde los momios de la ultraderecha comienzan
a sentir la pegada de esa ofensiva, en la que la indignación juvenil, por
ejemplo a través de los memes, le está poniendo la impronta de su
alegría e ironía innatas.
Un Marco Tulio lanzando un desesperado S.O.S.
para que el ex alcalde Castañeda muestre el rostro, o un congresista
Mulder que con un lenguaje de barra brava se niega a recoger el guante
del debate lanzado por la regidora Marisa Glave, son apenas dos muestras
de una crisis de nervios que comienza a afectar a los piratas,
corsarios, marcas y pirañas de la política criolla que quieren revocar a
la alcaldesa Villarán.
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