Foto de Elbita Vásquez Vargas
Parafraseando a Lévano y entre risas Jorge
Vega decía: hay muchos callejones victorianos que se reclaman ser mi
cuna...Veguita ya no está con nosotros, el cáncer que nunca juega a
perdedor se lo llevó finalmente luego de una gran como aleccionadora
batalla que el librero dio, día a día noche a noche; noches limeñas que
extrañarán a Veguita, el gran noctámbulo que o aterrizaba en las
redacciones de los diarios cuando éstos estaban al cierre de sus
ediciones, o bien aterrizaba en los lupanares que solía frecuentar.
Fue
un maestro autodidacta que se forjó en la universidad de la vida, de la
calle, lo que le permitió ser de tú y vos con lo más graneado de la
intelectualidad peruana. Alguna vez lo vi en la Biblioteca Nacional, al
lado de varios de ellos, presentando un libro precisamente sobre
prostíbulos de los cuales era un gran conocedor.
¿Qué quieres que diga
tu epitafio? le preguntaron alguna vez. Suelto de huesos respondió:
¡Aquí yace Jorge Vega, vivió entre libros y polillas!..
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