lunes, 26 de agosto de 2013

VIEJOS LIBRETOS

Los analistas de la coyuntura han hecho más de una referencia a la historia económica para indicar que los problemas económicos del presente son algo así como la crónica de una muerte anunciada, en tanto que todo país que se las juega al sí o sí por una economía de exportación, tarde o temprano sufrirá los vaivenes de los mercados internacionales, como en efecto está sucediendo ahora.

Quiero agre
gar lo siguiente: la historia también nos da luces sobre el cómo los gobernantes, los políticos oficialistas y los poderes fácticos a los que sirven suelen tratar mediáticamente esos problemas, empleando naturalmente a sus opinólogos a sueldo; y como también en el campo de la política suelen afrontarlos.

En ese sentido afirmo que en ese terreno nada ha cambiado en el país. Que si hay crisis o no hay crisis, que si se trata de un remezón o de un sismo en toda la línea, que si es un problema coyuntural o estructural... son parte de un viejo libreto de quienes suelen partir la jamonada en el país, que en su búsqueda de tapar el sol con una mano, es decir camuflar o cubrir las contradicciones del capitalismo y sus modelos, son capaces de decirnos que 2 más 2 ya no es 4...

En otros términos: siempre han jugado a ocultarnos la verdad para mantener el orden establecido, mientras ajustan sus líneas para salir airosos de la crisis y descargarla como siempre sobre los hombros de los desposeídos, que nada han tenido que ver con la debacle. ¿Dudan de mis palabras? Revisen ustedes los historiales de las crisis acaecidas en el Perú desde los 70 del siglo pasado y me darán la razón.

En el campo de la política la jugada de siempre es ponerse de acuerdo con los partidos del orden. El diálogo que se inicia hoy apunta a ello, siempre ha sido así, total, los invitados han sido los constructores, desde los años 90 del edificio del neoliberalismo: hablan el mismo lenguaje porque se mueven con las mismas coordenadas y sus salidas, tecnócratas a sueldo de por medio, serán las mismas, lo ancho para la gran burguesía, lo angosto para los parias de la ciudad y el campo.

Lorenzo Castillo, líder de los pequeños y medianos prodctores de café en el Perú, que se han levantado a puro punche, sin ayuda estatal alguna, ha sido muy explícito al respecto. Cuando quiebran los bancos - ha escrito- y el Estado acude a socorrerlos con miles de millones de soles de todos los peruanos, hay aplausos de la platea; pero cuando los cafetaleros -en crisis actualmente por una plaga que afecta a los cultivos- le arrancan al gobierno un salvavidas, hay críticas de esa misma platea.

Las reuniones políticas que se inician hoy en palacio tienen ese horizonte; que por supuesto incluye la coincidencia en el mantenimiento del orden y del respeto a la autoridad, que en el lenguaje cristiano significa palo y bala, como lo está exigiendo el ex premier del gobierno del presidente Ollanta. ¿Creen ustedes, cuando las papas quemen, que el fujimorismo, el aprismo, o el toledismo tratarán el alzamiento de los pueblos de otra manera? Remítanse ustedes a lo hecho por esos gobernantes en el pasado y observarán cuan ensangrentadas están sus manos..
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