¡LUCHO ES DEL PUEBLO!
El grito fue espontáneo como espontáneas son las reacciones del pueblo cuando conculcan sus derechos.
El hospital 2 de mayo, donde había expirado Lucho Barrios, cerró sus puertas por seguridad, ya no cabía un seguidor más. La multitud, al igual que los médicos, enfermeras y pacientes habían ganado los pasadizos del nosocomio, todos querían estar cerca del ídolo en su gira al más allá.
¡Lucho es del pueblo! rugió la multitud, mientras directivos, policías y guardias de seguridad la contenían a duras penas.
Grito sabio el de ese día, habrá que gritarlo a todo pulmón hoy y siempre. Porque Lucho Barrios y sus boleros no pertenecen a García ni a sus Ministros, menos a la pituquería desdeñosa.
Qué saben ellos del amor de pobre…
Qué saben ellos de lo que significa rondar una esquina…
Qué saben ellos del olor del aserrín y del sabor especial que tiene una cerveza cuando se toma en nombre de la amada…
Qué saben ellos de las alegrías o las penas que encierra una rockola…
Cantemos con Lucho, el cabezón de América: llevan a un pobre al entierro/a un pobre todo virtud...
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