miércoles, 24 de marzo de 2010

¿VIEJOS VERDES?



Hace pocos días, al escribir una nota sobre Julia Urquidi, la tía Julia, y el joven Varguitas, recordé una tertulia virtual que sostuve hace algunos años con los miembros de una lista de interés en relación a los amores de los llamados "viejos verdes" - también se abordó el tema de las mujeres mayores con varones jóvenes- con mujeres de menos edad. Hurgando en mis archivos encontré los textos que suscribí, que ahora los pongo a disposición de los lectores de este blog.

UNO

¿ Por qué negarle a un hombre mayor el derecho de amar una mujer joven? Y viceversa, ¿ por qué negarle a una mujer mayor el derecho de amar a un hombre joven ? Yo coincido con el maestro García Márquez, que ante una pregunta sobre los "viejos verdes" respondió:"¿ qué tiene de reprochable que a mí a los sesenta, a los sesenta y cinco años me guste una chica de diecisiete si a mis hijos, que tienen veinte y veinticinco años también les gusta ? Y a ellos no les dicen jóvenes verdes".Luego agregó:" El problema del amor imposible en los viejos es social, cultural completamente, porque se considera una necedad que a cierta edad se tengan amores". Si el amor es sinónimo de vida, no se la cortemos a los veteranos que han encontrado en una joven quizás el último significado de su existencia.

DOS

La diferencia de edades en las parejas siempre provoca escándalos en ciudades como Lima, tan pacata todavía en estas lides. De ello puede dar fe Mario VargasLlosa, cuya familia lanzó el grito al cielo al enterarse que se había casado con la mayorcita de su tía, Julia Urquide, experiencia que como bien sabemos fue trasladada por ambos lados al campo de laliteratura. ¿ Y la bella Natalia de Larrea que se llevó al huerto al extraviado Carlitos Alegre en "El Huerto de mi amada" de Alfredo Bryce ?Pero, en fin, sería interesante que nos llevemos la mano al pecho y pensemos si en estos vericuetos del amor puede alguno de nosotros tirar la primera piedra.

PD. A las mayorcitas que gustan de los jóvenes se les suele decir "viejas locas". Yo agregaría: locas evidentemente, pero de amor.

TRES

De repente pueden ser los jóvenes impetuosos los que tomaron la iniciativa, pero las mujeres adultas no fueron convidadas de piedra, también pusieron lo suyo, como debe ser. La tía Julia, por ejemplo, ya venía de una experiencia anterior y sabía perfectamente a lo que se estaba metiendo, pero esto no es reprochable porque el amor no camina en puntitas de pie, surge raudo y violentamente. Y cuando hablé de las "viejas locas", vaya la aclaración, no me estaba refiriendo específicamente a la tía Julia o a la bella Natalia, ambas realmente estaban en la flor de sus existencias, aunque para el mundo hipócrita en el que vivimos, ellas bien podrían haber sido hasta las madres de sus parejas.

Lima, Diciembre de 2003

No hay comentarios:

Publicar un comentario