UN GRITO

DE AMOR

Don Miguel Cruz Labrín me recuerda, luego de leer mis digresiones sobre los "viejos verdes" y las "viejas locas", que Cardo o ceniza, un landó cuya autoría le corresponde a Chabuca Granda, fue dedicada a Violeta Parra y su desbocada pasión por un joven músico de origen suizo. Esta historia de amor entre una mujer mayor y un varón menor que ella, que quebrantó prejuicios e hipocresías sociales, finalmente se resiente también, en alguna medida, cuando luego de "tanto amor" surge la verguenza de una relación formalmente irregular. Pero eso es el amor, esos son sus riesgos, y cardo o ceniza no es sino un grito de aliento a esos sentimientos, pese a quien le pese.

Cómo será mi piel junto a tu piel,

cómo será mi piel junto a tu piel,

cardo o ceniza cómo será…

Si he de fundir mi espacio junto al tuyo,

cómo será tu cuerpo al recorrerme,

y cómo mi corazón si estoy de muerte…

mi corazón si estoy de muerte.
Sé quebrará mi voz cuando se apague,

de no poderte hablar en el oído,

y quemará mi boca salivada,

de la sed que me queme si me besas,

de la sed que me queme si me besas.
Cómo será el gemido,y cómo el grito,

al escapar mi vida entre la tuya,

y cómo el letargo al que me entregue,

cuando adormezca el sueño entre tus sueños.

Han de ser breves mis siestas,

mis esteros despiertan con tus ríos,

Pero…Pero....Pero…Pero cómo serán mis despertares,

Pero cómo serán mis despertares,

Pero cómo serán mis despertares,

Cada vez que despierte avergonzada…

cada vez que despierte avergonzada…

Tanto amor,y avergonzada…

tanto amor,y avergonzada.