LA CAVERNA VOLVIÓ
A GANAR
Se veía venir. El Tribunal Constitucional acaba de prohibir al gobierno peruano la venta del lote de 60 000 píldoras del día siguiente existente en el Ministerio de Salud, que se distribuían gratuitamente como parte de una política de planificación familiar adoptada años atrás, pero que ante una decisión del mismo Tribunal -prohibiendo esa entrega-habían quedado depositadas en los almacenes de esa dependencia estatal.
Dada esa resolución, que le da en la yema del gusto a los sectores más conservadores y reaccionarios de la Iglesia y de la sociedad peruana, no sería nada extraño que se ordenase la incineración del lote de pastillas indicado, tal como lo están solicitando las cabezas visibles de esos sectores.
El ambiente está creado. El cardenal Cipriani ha dicho: "Da pena que nuestras autoridades de salud en lugar de curar vean si ese veneno de la pastilla del día siguiente la rematan a diez centavos a la gente pobre". Sólo falta que su segundo al mando, el Ministro Rafael Rey, vuelva a pedir la incineración del lote para que redonden su faena.
¿De quién depende que ello no ocurra? La respuesta la tienen las organizaciones de la sociedad civil que consideran que acuerdos como los del Tribunal Constitucional no hacen sino violentar el derecho de las mujeres peruanas de regular sus capacidades reproductivas.
Que la caverna no se salga con la suya.
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