LA GUERRA
CONTRA LOS BLOGS
La República
El congresista aprista José Vargas, supuesto autor del vapuleado proyecto de ley de regulación al derecho de rectificación, se animó finalmente a retirarlo de la discusión en la Comisión de Constitución del Congreso peruano, donde había recibido prioridad de prioridades para su aprobación. No obstante, sería ingenuo pensar que el Apra haya reculado en toda la linea. La justificación del retiro: "no ha sido oportuno presentarlo", o la misma mecánica del trámite legislativo (al haber sido retirado y no desaprobado lo mantiene latente, al no haberse archivado) abre la posibilidad de que más adelante, en un contexto diferente, posiblemente de mayor endurecimiento del régimen, el proyecto pueda ser retomado.
El arquitecto Carlín, autor de la caricatura, ubica bien el problema: se quiere intimidar a los dueños de los medios de comunicación y, sobre todo, a los blogueros, convertidos éstos últimos en las grandes como incomodísima piedras que nuestros mandatarios tienen ahora en sus zapatos. Pero aclaremos algo al respecto: no es que los actuales medios - con escasas excepciones- no cubran las exigencias del régimen, la ultramagalización de los mismos, el sobredimensionamiento de lo secundario e intrascendente y la desaparición o minimización del periodismo de investigación, constituyen excelentes cortinas para los desatinos gubernamentales.
Lo que ocurre es que la tendencia de encrespamiento de la confrontación social en el país -en medio de una crisis que muestra sus colmillos a pesar de las palabras altisonantes y superoptimistas del mundo oficial- obliga al gobierno a darle un ajustón más a sus palancas ideológicas, luego de haber hecho lo mismo en los puestos claves del gabinete de guerra, conformado luego de la derrota sufrida ante el levantamiento de los pueblos amazónicos. En la estrategia gubernamental, cara también a los empresarios extranjeros y nativos que la secundan febrilmente, se requiere recuperar credibilidad ante los ojos de las mayorías para relegimitarse, y aplicar, en olor de multitudes convencidas por la prédica oficial o no, las coordenadas neoliberales expuestas por el Presidente García en sus artículos sobre el perro del hortelano, para lo cual se requiere un país ideológicamente ablandado.
En términos concretos: el Gobierno y sus amigotes requieren de una gran cobertura publicitaria para demostrar lo indemostrable, como sucede con la presentación de la crisis económica o de las cifras macroeconómicas ante el gran público, o como podrá suceder - los ejemplos abundan- con los conflictos sociales en desarrollo; espacios de comunicación donde no existan mayores críticas, fiscalizaciones engorrosas u observaciones enojosas como las que ahora todavía se dan en aquellos medios que han logrado sortear, en cierta medida, las marrocas de la publicidad estatal; para lo cual urgen artilugios legales como el proyecto del congresista Vargas que de haberse hecho ley sería como una espada de damocles sobre todo aquel que osara escribir en términos discordantes con la palabra oficial. Justificaciones siempre van a existir, como ya ha ocurrido con radioemisoras de provincias clausuradas por quítame esta paja.
En esa estrategia de choque, los blogs independientes, críticos, con vocación de investigación periodística, y todas aquellas alternativas de redes sociales existentes en Internet, constituyen el blanco de blancos, en un medio donde los medios de comunicación han abdicado de sus propios principios informativos, como el de la defensa de la verdad por encima de todo. La denuncia judicial del ex senador Mufarech contra el periodista José Alejandro Godoy, titular del blog Desde el tercer piso,
(http://www.desdeeltercerpiso.com/ )querellado por un millón de dólares, es apenas la punta del iceberg de la guerra contra los blogs, espacio que pretende ser neutralizado a punta de denuncias como la señalada, que encontrarían amparo en disposiciones legales como la que se estaba cocinando en el Congreso.
La importancia política que han adquirido esos blogs o las redes sociales de comunicación virtual en el mundo contemporáneo, lo revela el rol de primer orden que jugaron en la elección del presidente Obama, en Estados Unidos de Norteamérica; mientras que en el Perú, en los últimos tiempos, no hay denuncia de corrupción de gran o mediana escala - por citar solamente un aspecto de su desempeño- donde los blogs no hayan jugado un papel protagónico, a diferencia de los clásicos medios de comunicación dispuestos siempre a mirar a otro lado o adoptar un perfil bajo ante esos acontecimientos.
El Presidente García ha convocado a sus adláteres a esa gran confrontación. En su escrito de fines de junio, publicado en diario Expreso los llama a usar el teléfono, Internet, blogs, la radio, las cartas, en la defensa de lo que él llama los temas de fondo y evitar que el monopolio del grito y la movilización esté en manos de "los antistema" (léase comunistas, chavistas, ecologistas, ONG, sectores independientes etcétera) de los cuales se ha declarado enemigo convicto y confeso. Nuestro primer mandatario sabe de lo que está hablando: en los años 90 fundó y mantuvo un periódico para cerrarle el paso a Mario Vargas Llosa, levantando con todo la figura de un ilustre desconocido en el concierto político: Alberto Fujimori.
En conclusión, tomemos nota de esta declaratoria de guerra, defendamos, multipliquemos y apoyemos esos espacios democráticos de comunicación, generados por aquellos sectores y personalidades que quieren adecentar la política en el país en busca de un Perú diferente; y ante situaciones como las generadas contra José Alejandro Godoy, prestémosle todo nuestro apoyo, denunciando ante la opinión pública nacional e internacional la patraña que encierra la denuncia presentada ante el Poder Judicial.
De la misma forma hay que seguir con atención el desenlace, en la primera etapa, de la denuncia judicial que afrontan los periodistas César Lévano y Efraín Rúa, del diario La Primera, querellados por Alan Simón García, hijo del mismísimo Presidente de la República, por el hecho de difundir reclamos de comuneros de San Pedro de Lloc contra el vástago del mandatario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario